Nuestro pecado nos separa de Dios, pero ¿qué nos separa de Él? La vergüenza. Ya sea que hayas hecho algo de lo que te arrepientas o que hayas cargado con vergüenza durante años, puedes encontrar sanación y libertad. Pedro, uno de los amigos más cercanos de Jesús, negó conocerlo durante su camino a la cruz. Lo que Jesús hizo después no solo transformó la vida de Pedro, sino que nos muestra lo que es posible para nuestras vidas hoy.