Conocemos la historia de la Pascua: Jesús vivió una vida perfecta, sufrió y murió en la cruz, y luego resucitó. Pero ¿cómo habría sido ser uno de sus discípulos o amigos? Cambiaron toda su vida para seguirlo; todo lo que esperaban se hizo añicos cuando la piedra se cerró. Pero entonces se apareció a María y a muchos otros. Aunque no comprendían del todo su identidad ni lo que había sucedido, ¡sabían con certeza que estaba vivo!