Me encanta cómo trabaja
Nancy Hatcher, escritora voluntaria, South Barrington | 15 de julio de 2025

Cuando llegaron a la frontera de Misia, intentaron entrar en Bitinia, pero el Espíritu de Jesús no se lo permitió. Así que pasaron por Misia y bajaron a Troas. Durante la noche Pablo tuvo una visión de un hombre de Macedonia que estaba de pie y le suplicaba: "Pasa a Macedonia y ayúdanos". Después de que Pablo tuvo la visión, nos dispusimos en seguida a partir para Macedonia, llegando a la conclusión de que Dios nos había llamado para predicarles el Evangelio.
Hechos 16:7-10
Dios llamó a mi hija a enseñar en la escuela primaria de nuestro distrito escolar. Todos en nuestra familia apoyaron esta llamada porque, al fin y al cabo, era una chica de pueblo, y ¿acaso los maestros no dan a luz a maestros? La respuesta a esta pregunta es un inequívoco "no".
Aunque enseñó cerca de nosotros durante cuatro años, Dios la llamó en una nueva dirección. Esta es la misma hija de la que hablé hace una semana, la que estaba tratando de organizar su vida en las montañas, donde se enamoró rápidamente. No de las montañas, a las que ya amaba, sino de una persona, su alma gemela diseñada por Dios.
Se casó en un abrir y cerrar de ojos, tuvo su primer hijo en un abrir y cerrar de ojos, enseñó en una escuela desfavorecida durante dos parpadeos y luego... continuaré esta historia dentro de un rato. ¿Correcto?
La Escritura de hoy habla tan acertadamente de muchas de nuestras vidas. Todos estamos "llamados a la misión" -la misión de Dios- hasta el último de nosotros. En este pasaje, Pablo pensaba que iba a ir a un lugar, pero Dios le llamó a él y también llamó a Lucas, el autor de los Hechos, a su equipo. Se convirtieron en misioneros de Dios, estableciendo iglesias en Europa.
¿Alguna vez has estado en un lugar de tu vida, sólo para ser dirigido por las circunstancias hacia un camino completamente diferente?
Volvamos por un momento a la historia de mi hija. Después de pensar que la enseñanza era su camino, Dios dirigió a su familia más al sur, a Ecuador, para servir y compartir el Evangelio. En un ministerio de campamento cristiano, Dios estaba trabajando, y se formaron maravillosas relaciones de seguimiento de Cristo. Pensaron que pasarían toda la vida en este ministerio. Sin embargo, Dios los dirigió de regreso a los Estados Unidos por razones médicas. Fue otro giro inesperado, pero Dios continuó guiando su camino. Ahora sirven a Cristo en una capacidad diferente, pero todavía con un enfoque internacional. Su camino colectivo fue diferente de lo planeado, pero todo fue en misión.
Próximos pasos
¿Hasta qué punto estás dispuesto a dejar de lado tus propios planes por Dios? Dios dirigirá nuestro camino si le escuchamos.
Muy a menudo, Él nos envía en direcciones inesperadas para servirle. Permitamos que estos cambios de dirección nos pongan de rodillas, confesando nuestra necesidad de Él y cualquier pecado que pueda estar bloqueando el camino.
Continúa leyendo el libro de los Hechos, junto con el resto del Sauce este verano. Puedes encontrar el plan de lectura aquí. Pídele a Dios que actúe en tu vida y en la de los que te rodean.