No te canses de hacer el bien

Mary Olsen, escritora voluntaria, South Barrington | 18 de abril de 2025

"Su señor le respondió: '¡Bien hecho, siervo bueno y fiel! Has sido fiel con pocas cosas; yo te pondré al frente de muchas. Ven y participa de la felicidad de tu señor".
Mateo 25:23

No nos cansemos de hacer el bien, porque a su debido tiempo recogeremos la cosecha si no nos damos por vencidos. Por tanto, según tengamos oportunidad, hagamos bien a todos, especialmente a los que pertenecen a la familia de los creyentes.
Gálatas 6:9-10


Hace treinta años, fui a recoger a mi hijo a la guardería después de la misa. Llevaba mi carné de identidad, pero se le había caído la etiqueta y no querían entregármelo. Mientras esperábamos a que llegara un coordinador, un voluntario adolescente se acercó corriendo agitando la etiqueta diciendo: "La he encontrado dentro del túnel". Me alegro mucho de que este joven no se cansara de hacer el bien. El alivio y la gratitud me llenaron.

Mientras preparaba los servicios funerarios de mi marido, conocí al pastor voluntario que diría unas palabras. Se reunió con toda la familia antes y habló maravillosamente en la funeraria, exactamente lo que Scott hubiera querido. Estoy tan contenta de que este hombre maduro no se cansara de hacer el bien. El consuelo y la calma me llenaron.

Hace treinta y cinco años participaba en las clases matinales de aeróbic de Willow tres veces por semana en el gimnasio recién construido. No podíamos permitirnos el club de salud del barrio. Un equipo de mujeres se ofrecía voluntariamente para cuidar a nuestros niños, y maestras voluntarias hacían nuevas rutinas de ejercicios cada semana. Estoy muy contenta de que estas mujeres no se cansaran de hacer el bien. La alegría y la salud me llenaban mientras mis hijos recibían amor.

Hago mi pequeña parte como voluntario y me pregunto si tendré un momento en el Cielo como el que tuvo George Bailey en "¡Qué bello es vivir!", esperando, quizás, ver un pequeño momento olvidable para mí, pero que permanecerá en la memoria de otra persona durante décadas. No nos cansemos de hacer el bien para que podamos oír "¡Bien hecho, siervo bueno y fiel!" de nuestro Salvador cuando nos encontremos con la próxima realidad.

Próximos pasos

Servir puede ser agotador. Ayuda preguntarnos si estamos desanimados porque queremos recompensas inmediatas por nuestros esfuerzos. ¿Estamos trabajando con nuestro poder o con el de Dios? Si podemos dejar de lado nuestro deseo de éxito y confiar en que la cosecha vendrá en el poder y el tiempo de Dios, no nos cansaremos tan rápidamente.