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En las propias palabras de Arlie:

Mi familia lleva 50 años en Estados Unidos. Mis tías empezaron a venir aquí durante la última guerra civil nicaragüense. De niño, crecer como nicaragüense en este país fue muy interesante. Ninguno de los otros niños sabía pronunciar "nicaragüense", así que mis tías me enseñaron rápidamente a decirles simplemente que éramos "centroamericanos"; era más fácil de pronunciar.  

 

Recuerdo tener que tomar clases de español en la secundaria. Fue un reto, ya que era un español diferente al que estaba acostumbrado a hablar. El "tú" informal que usamos no es "tú" como se enseña aquí en las escuelas. Los nicaragüenses usan "usted" y "vos" como formas de "tú". Recuerdo discutir constantemente con mi profesora de español por esto en la escuela, y luego tener que responderle a mi tía por qué usaba el "tú" incorrecto en mi tarea. 

 

Fuera de la escuela, el tiempo en familia era muy importante para nosotras, y valorar las tradiciones era igual de importante. De niña, mis tías me enseñaron a tejer a crochet y a bordar, ya que es tradición que las mujeres nicaragüenses sepan estas cosas. Aprender a cocinar comida tradicional también fue importante.

 

Mi comida favorita hasta mi último aliento siempre serán los nacatamales. Los nacatamales no son solo una comida, sino una experiencia familiar y un momento para trabajar juntos. Es un hermoso plato nicaragüense que toma tres horas de preparación, seis horas de cocción y varias manos en la cocina. Además, es una comida que se prepara solo en Navidad, ya que toma mucho tiempo prepararla. 

 

Recuerdo que mis tías se reunían temprano por la mañana; ya se preparaba una cafetera recién hecha para asegurar que todos estuvieran alerta y listos en la cocina. Todas traían sus delantales, e incluso mi prima y yo teníamos uno. Siempre había bromas ingeniosas mientras preparábamos la comida, pequeñas discusiones sobre el grosor de las papas, y mis tías nos contaban historias de cómo era la vida en su pueblito de Nicaragua. 

 

El tiempo que pasé con mis tías, trabajando con nuestras manos y escuchando historias del hermoso país del que proviene mi familia, siempre será invaluable para mí. La preparación de nuestra comida tradicional me trae recuerdos de mis tías. 

 

De mi familia para “vos”, ¡espero que disfruten nuestra receta de Nacatamale Nicaragüense!