Pereza y diligencia
Willow Creek | 12 de octubre de 2021
Nos despertamos, preparamos el desayuno, llevamos a los niños al colegio, vamos al trabajo, volvemos a casa, preparamos la cena, nos tiramos en el sofá una hora antes de acostarnos y repetimos todo al día siguiente. No somos perezosos. La mayoría estamos exhaustos, quemados, y hacemos todo lo posible por encontrar cinco minutos de paz y tranquilidad durante el día. Pero qué desafío el fin de semana pasado; esa pereza puede parecer estar ocupada buscando las cosas equivocadas. Puede que no sepamos qué significan las "cosas equivocadas" en nuestras vidas, pero sabemos qué es lo correcto: tiempo dedicado a Dios y con Él.
Usando eso como guía, sabiendo que es fundamental buscar a Dios y pasar tiempo con Él a diario, ¿qué nos impide hacerlo? La mayoría de nuestras agendas no están abarrotadas. Tenemos tiempo libre durante el día. Nos guste o no, estar ocupados buscando lo incorrecto puede ser ir de compras, navegar por las redes sociales, jugar videojuegos o salir con amigos. Ahora bien, ¿son esas cosas malas en sí mismas? No necesariamente, pero cuando se convierten en la norma y nos quitan tiempo para buscar a Dios, entonces hay un problema.
Es temporada de fútbol americano; muchos nos aseguramos de no perdernos nada de la acción, pero ¿tenemos tiempo para ir a la iglesia el fin de semana? Después de un largo día, solo queremos estar sin hacer nada en el móvil, pero ¿reservamos tiempo para un devocional? Acostamos a nuestros hijos y esperamos que se duerman rápido para que podamos dormirnos rápido, pero ¿estamos dispuestos a dedicar cinco minutos extra a orar con ellos y por nosotros mismos?
Vivimos a toda velocidad, nuestras agendas se llenan más rápido de lo que nos gustaría admitir, y nuestro tiempo libre es precioso, pero si no tenemos tiempo para Dios durante el día, algo se desequilibra profundamente. Dios nos creó para tener una relación con él. Como cualquier relación sana, es una relación de doble sentido: Dios está ahí para nosotros, pero ¿lo buscamos también? Y si no pasamos tiempo con él a diario, ¿a qué podemos renunciar?
Nuestro tiempo libre es valioso y nos lo ganamos, pero asegurémonos de que también rinda frutos. El fútbol, las redes sociales y dormir son geniales, pero conectar con Dios nos impulsa y profundiza nuestra relación con él. Después de orar, de un devocional o de ir a la iglesia, nadie dice: "Ojalá no hubiera dedicado tiempo a eso". Así que busquémoslo con diligencia porque nuestros deseos terrenales se desvanecerán, pero nuestras recompensas eternas son invaluables.
¿Buscas más blogs de Willow? Haz clic aquí.