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Con el nacimiento de Jesús se cumplió la mayor profecía de la historia: ¡Un niño nos ha nacido! Lucas 2:8-14 explica que el anuncio de este nacimiento fue y sigue siendo una buena noticia que alegra a todo el mundo.

¿A quién pedir consejo? Hay una fuente mayor que la suma de todas las personas y buscadores a los que podemos recurrir: ¡Jesús! ¿Y la mejor noticia? Tenemos pleno acceso a su presencia, a su sabiduría y a sus maravillosos consejos.

Es fácil pensar en la historia de la Navidad como el nacimiento de Jesús en un pesebre rodeado de sus padres, animales de granja y pastores. Pero Juan 1:1-14 se centra en un relato navideño diferente y poderoso: ¡Jesús como Dios Fuerte!

Aprendemos mucho de nuestros padres -para bien o para mal- y a menudo vemos a Dios a través de esa experiencia. En Mateo 19:13-14, vemos a Jesús reprendiendo a sus discípulos cuando rechazan a padres ansiosos que anhelan que Jesús rece por sus hijos. Independientemente de nuestra experiencia terrenal, nuestro Padre Eterno es el Padre inmutable que todos anhelamos.

Puede que la Navidad no sea siempre "la época más maravillosa del año". En Lucas 1:46-55, encontramos a Jesús -el Príncipe de la Paz- arreglando todas las cosas. Esto es sólo un atisbo de la bondad que trajo con su nacimiento y que sigue desplegando en nuestras vidas y en el mundo.

Nuestros hijos y alumnos se plantean preguntas difíciles sobre Dios, la fe, la vida y la cultura, y a menudo acuden a Internet o a sus amigos en busca de respuestas. Como iglesia, ¿cómo podemos ser un espacio seguro para las preguntas y apuntar a la sabiduría de Dios para las respuestas? Preguntas que se hacen nuestros hijos nos ayudará a hacerlo.

Las épocas electorales son tensas y pueden dividirnos, pero estamos llamados a demostrar un amor que no muestre parcialidad. No sólo eso, sino que vemos un llamado bíblico a orar por nuestros funcionarios electos (lo que a veces puede parecer un desafío). Entonces, ¿qué orarías? La Biblia nos muestra los rasgos de carácter necesarios para un liderazgo eficaz, de modo que podemos orar por nuestros líderes y por nuestras propias vidas.

Dios ama a todo el mundo... ¡y nosotros también deberíamos hacerlo! Cuando experimentas el amor de Jesús, empiezas a ver Su corazón por todas las personas, por los vulnerables e incluso por tus enemigos. Durante estas tres semanas, exploraremos el corazón de Dios para la compasión y la justicia y veremos cómo podemos desempeñar un papel allí donde estamos. También tendrás la oportunidad de armar paquetes de esperanza y enviar un regalo a cada persona encarcelada en Illinois.