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Cuando comencemos "Desatado", exploraremos cómo abrazar el poder del Espíritu Santo puede capacitar a la iglesia para difundir la obra del Reino en 2025 y más allá.

En Hechos 2:42-47, la Iglesia primitiva prosperaba en auténtica comunidad, compartiendo generosamente y viviendo en unidad, reflejando el Reino de Dios. Su ejemplo nos invita a abrazar una comunión profunda y sacrificada, superando el individualismo para vivir juntos con propósito y alegría.

La Iglesia primitiva mostraba una generosidad radical para que nadie pasara necesidad. ¿Vivimos hoy con esa generosidad? Deja que el sacrificio y la provisión de Jesús desaten un nuevo espíritu de generosidad.

La dramática transformación de Pablo, de perseguidor a predicador, demuestra que nadie está más allá de la redención y que, como él, somos llamados por nuestro nombre a formar parte de la misión de Dios. Con fe, podemos dar un paso adelante y abrazar el propósito de Dios para nosotros, sabiendo que Él puede usar a cualquiera para Su gloria.

Hechos 10 celebra un punto de inflexión en el que el Evangelio rompe fronteras, mostrando que el amor de Dios es para todos, no sólo para un grupo selecto. El audaz paso de Pedro para acoger a los gentiles nos recuerda que debemos abrazar a todas las personas, derribar las divisiones y acoger a los demás en la familia de Dios.

Hechos 12 muestra el poder de la oración cuando Pedro escapa milagrosamente de la cárcel, recordándonos que debemos confiar en la capacidad de Dios para actuar, incluso en situaciones imposibles. La historia nos desafía a orar con valentía, creyendo que Dios sigue haciendo milagros hoy en día.

En Hechos 16, la adoración de Pablo y Silas en la cárcel provocó un milagro que condujo a la salvación del carcelero y su familia. Su fe nos muestra que la adoración radical, incluso en tiempos difíciles, puede transformar vidas y llevar a otros a Jesús.

Mientras estuvo en Atenas, Pablo compartió el Evangelio en una ciudad llena de ídolos e intelectuales, recordándonos que no necesitamos todas las respuestas, ¡sólo el valor de hablar cuando Dios llama! Su ejemplo nos desafía a dar un paso adelante en la fe, confiando en que Dios actúe a través de nosotros en cada conversación.

El viaje de Pablo nos muestra que el sufrimiento no detiene el Evangelio: a través de cada prueba, tormenta y dificultad, él permaneció fiel, utilizando cada momento para glorificar a Dios. Incluso en los momentos más difíciles, Jesús está con nosotros, ¡y el Evangelio es nuestra mayor esperanza!

Hechos nos muestra que nada puede detener el Evangelio: a través de pruebas y tribulaciones, la misión de la Iglesia continúa hoy. Te invitamos a formar parte de este poderoso movimiento, fortalecido por el Espíritu Santo para compartir el amor de Jesús.