Me encantaría cambiar el mundo

Mark Pulsifer, Escritor Voluntario, South Barrington | 3 de julio de 2025

Todos los profetas dan testimonio de él, de que todo el que cree en él recibe el perdón de los pecados por su nombre.
Hechos 10:43

Todo esto viene de Dios, que nos reconcilió consigo por Cristo y nos dio el ministerio de la reconciliación: Que Dios reconciliaba consigo al mundo en Cristo, sin tener en cuenta los pecados de los hombres. Y nos ha encomendado a nosotros el mensaje de la reconciliación. Somos, pues, embajadores de Cristo, como si Dios hiciera su llamamiento por medio de nosotros. Os imploramos en nombre de Cristo: Reconciliaos con Dios.
2 Corintios 5:18-20


Hay dos canciones de principios de los 70 que podrían haberse escrito la semana pasada. Nuestro mundo parece más inestable que nunca, ¡sin final a la vista! La primera canción es "Ball of Confusion" de los Temptations. La segunda canción es de Ten Years After, "I'd Love To Change The World". Dice así: "Pero no sé qué hacer, así que te lo dejo a ti...". Es una canción melódica e inquietante. Sólo le falta una cosa: Jesús. Pienso en Él cada vez que escucho esa canción. ¿Qué podemos hacer? ¿Cómo vivir?

Cuando entregas (devuelves) tu vida a Jesús y te esfuerzas por alcanzar la santidad, ya has cambiado el mundo para mejor. No es un trabajo fácil, cooperar con el Espíritu Santo para transformarte en tu hermoso ser eterno que refleja claramente el carácter y la naturaleza de Jesús, pero vale la pena. Es lo más importante que una persona puede hacer con su vida. 

Al nacer de nuevo, nos unimos a otros a través del tiempo y las culturas para llevar el nombre de nuestro Señor. La frase "no tomes el nombre del Señor en vano" es un ligero error de traducción comúnmente interpretado como "no jures o uses Su nombre con ira". Como realmente debería leerse es "no lleves Su nombre" y luego actúes deshonrosamente como una pareja matrimonial irrespetuosa e infiel o un niño que trae vergüenza a una familia.

Otro malentendido generalizado es la falsa dicotomía entre fe y obras. En la antigüedad se entendía más bien como patrocinio: si estoy bajo tu vida y protección, debo vivir y actuar de forma que respete y refleje esa relación. Si estás vivo, respiras continuamente, automáticamente. Si realmente has vuelto a nacer de lo alto, tu amor, tus actos de bondad y tu servicio fluyen automáticamente de ti a la vida de los que te rodean.

Me encanta hacer algo por otra persona, ser amable más allá de las expectativas sociales, y luego decirle al final que lo hice por ella porque sigo a Jesús. Mi esperanza es que se plante una semilla de amor en su corazón y en su mente que, con suerte, comience a animarles a una nueva vida con Jesús. Esto forma parte de la reconciliación del mundo con Dios a través de Jesús.

Próximos pasos

Pregunta al Espíritu Santo cómo puedes ayudar a reconciliar a la gente con Jesús, el amante de nuestras almas.

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