Un buen nombre

Mary Olsen, escritora voluntaria, South Barrington | 9 de mayo de 2025

El buen nombre es más deseable que las grandes riquezas; ser estimado es mejor que la plata o el oro. Ricos y pobres tienen esto en común: El Señor es el Hacedor de todos ellos.
Proverbios 22:1-2


Durante el funeral de mi marido, cada uno de mis tres hijos habló. Ni una sola anécdota se refería a su sueldo o a un objeto que les hubiera comprado. Mi hija contó la historia de cuando construyeron juntos un puente en el jardín. Él le enseñó a manejar las herramientas eléctricas y la animó a utilizarlas. Ese puente sigue en pie en mi jardín. 

Mi hijo mediano mencionó una ocasión en la que paseaban por las calles invernales de Chicago y Scott le quitó los guantes de las manos a un vagabundo. Lo hizo con tanta tranquilidad que continuó su conversación como si nada la hubiera interrumpido.  

A mi hijo menor le gustaban las largas horas que pasaba conduciendo hasta otro estado una vez a la semana para luchar con un club de élite. Su padre no quería que volviera a casa solo, demasiado cansado después de un entrenamiento agotador. 

El dinero es bueno, pero un carácter de calidad no tiene precio. Se puede bendecir a la gente con dinero, pero también se la puede bendecir con un don de sí misma. Mi nieta de siete años no tiene nada de dinero, pero hace poco me dio un regalo que no tiene precio y que me hizo llorar: un abrazo de princesa Disney. Eso significa que no se relajó ni me soltó hasta que yo lo hice durante nuestro abrazo de despedida. Fue un abrazo largo. Qué bendición. Ya se está convirtiendo en una persona cariñosa y de buen carácter.

 A veces, cuando nos desafiamos a ser mejores personas y más semejantes a Cristo, somos demasiado duros con nosotros mismos. Tal vez hoy hayas sido amable en pequeñas cosas. O has sido fiable con las personas que dependen de ti. Tal vez has sido generoso con tu tiempo. Cuando realizas estos pequeños actos, estás construyendo una buena reputación con cada acto de servicio y cuidado. Puedes relajarte, respirar y saber que Dios ve tus buenas obras. Si te has desviado del camino, es bastante fácil volver a calibrar lo que es realmente importante. Regala tiempo a las personas de tu esfera de influencia. Escúchales y responde a sus necesidades. Sé honesto y sincero. Cumple tus promesas y vive con gratitud mientras alabas a Dios.

Próximos pasos

A veces nos obsesionamos con acumular dinero y bienes materiales, pero con frecuencia nos preocupamos por nuestro presupuesto y por no tener suficiente de sobra. Una obsesión malsana en cualquiera de las dos direcciones desvía tu atención de Dios y de las cosas que verdaderamente importan. ¿Le muestras a Jesús? Considera esa pregunta mientras escuchas esta canción: Jamie Grace - Show Jesus (Official Lyric Video)