Somos adoradores primero
Verónica Burlock, Pastora de Adoración, Wheaton | 8 de enero de 2025

¡Mi corazón está firme, oh Dios! ¡Cantaré y salmodiaré con todo mi ser! ¡Despierten, arpa y lira! ¡Despertaré al amanecer! Te daré gracias, Señor, entre los pueblos; te cantaré alabanzas entre las naciones. Porque tu amor es grande por encima de los cielos; tu fidelidad llega hasta las nubes.
Salmo 108:1-4
Hace años, viajé con mi familia a Michigan. Los amigos con los que nos alojábamos nos llevaron de excursión a la cima de una colina para mostrarnos la vista del lago Michigan. Fue lo más hermoso que había visto en mi vida. Después, no pude hablar más de eso. Cuando alguien me preguntaba algo tan simple como "¿Qué tal?" o "¿Cómo estás?", tenía que aprovechar la oportunidad para contarles mi experiencia en Michigan.
El verano pasado, visité por primera vez los Parques Nacionales y Estatales de Redwood, donde vi los árboles más altos del mundo. ¡Menuda experiencia! Al igual que en Michigan, cualquiera que me preguntara qué había estado haciendo últimamente se enteraba de mi experiencia en Redwood.
Cuando descubrimos o experimentamos algo maravilloso o asombroso, nadie tiene que obligarnos a hablar de ello. No podemos evitar elogiar nuestras experiencias. Ya sea un buen libro, una película genial, una comida deliciosa, lo que sea, todos elogiamos constantemente algo que nos ha conmovido.
David adora con toda su alma debido a sus experiencias con Dios. David había experimentado a Dios de muchas maneras —como protector, proveedor, defensor— y tenía que hablar de ello. Observa el pasaje de hoy y nota la disciplina en sus palabras. Dijo: «Lo haré». Me parece que David comprendió que la adoración es una elección, e insiste en hablar del Único que es verdaderamente asombroso, maravilloso y hermoso.
David nos impulsa a preguntarnos: ¿Con qué frecuencia adoro con toda mi alma en lugar de limitarme a lo que hago? David también nos muestra que es más fácil hacerlo cuando nos centramos en el amor y la fidelidad de Dios.
Fuimos creados para adorar, fuimos creados para alabar como creación de Dios.
Próximos pasos
Lucas 19:40 habla de cómo hasta las rocas clamarán. ¿Qué alabanzas cantas? No siempre se trata de cantar de verdad. ¿Qué ocupa tanto espacio en tu mente y en tu vida? ¿Te aseguras de reconocer a Dios tanto como en cualquier otra cosa? Intenta hablar de Dios como si fuera una gran película.