Sin embargo, lo haré…

Dan Lovaglia, pastor del campamento, Camp Paradise | 9 de enero de 2024

Seis días lo recogeréis, pero el séptimo día, que es sábado, no habrá nada.

Sin embargo, algunos del pueblo salieron el séptimo día a recogerlo, pero no lo encontraron.  Entonces el Señor le dijo a Moisés: «¿Hasta cuándo se negarán a obedecer mis mandamientos y mis instrucciones? 29 Recuerden que el Señor les ha dado el sábado; por eso el sexto día les da pan para dos días. Que todos permanezcan donde están el séptimo día; nadie salga».
Éxodo 16:26-29


Me cuesta bajar el ritmo, y mucho menos parar, incluso cuando sé que descansar me conviene. Por ejemplo, casi siempre termino el plato en las comidas, aunque sería mejor guardar las sobras para mañana. Al profundizar en esto, sé que Dios me ha diseñado para respirar hondo, para apreciar su bondad y confiar en que Él proveerá en lugar de devorar lo que tengo delante. Sin embargo, hago lo contrario.

Cuando nos encontramos con el pueblo de Dios en el desierto, muchos se quedan desconcertados porque milagrosamente no apareció maná el séptimo día. Al parecer, pasaron por alto la recomendación de recolectar el doble el día anterior y descansar al día siguiente. La palabra que me llama la atención es "sin embargo", ya que está en el centro de su problema. Aunque Dios prometió proveer suficiente. Aunque Dios dijo que recolectaran comida para dos días para ustedes y su familia hoy porque necesitaban descansar mañana. Aunque Dios dijo que las sobras de cualquier otro día de la semana se echarían a perder, pero lo que sobrara de hoy duraría. Aunque Dios les dio una mejor manera, "sin embargo", ignoraron su necesidad de descansar.

Dios nos creó a ti y a mí a su imagen, junto con un programa para descansar “en el séptimo día”, como lo hizo en el principio ( Génesis 2:2-3 ). En lugar de elegir un “sin embargo” que nos aleje de nuestro Padre celestial, propongo que cambiemos el guion. Hoy, cuando sientas miedo de adoptar un ritmo sabático —de bajar el ritmo, de detenerte, de descansar como Dios lo diseñó—, declara una verdad de “sin embargo, haré…” a continuación.

Aun cuando me resulta difícil tomar el sábado, descansar regularmente como Dios lo diseñó:

  • Sin embargo, honraré a Dios reduciendo intencionalmente el ritmo un día a la semana.
  • Sin embargo, confiaré en Dios creyendo que Él provee lo suficiente cada día.
  • Sin embargo, amaré a Dios reflexionando en su bondad y fidelidad.
  • Sin embargo, adoraré a Dios dejando el control para celebrarlo.
  • Sin embargo, seguiré a Dios eligiendo practicar Su ritmo sabático.

Próximos pasos

  • ¿Cuál de las frases "Sin embargo, haré..." te llama la atención? Escríbela en una nota adhesiva y colócala como recordatorio para cambiar el rumbo y encaminarte hacia el ritmo de descanso de Dios hoy.
  • Participa en un servicio de adoración de fin de semana esta semana. Anótalo en tu calendario o invita a un amigo para que lo sigas.