La economía alternativa de Dios

Colton Curry, Director de Asociaciones Estratégicas, Central Compassion & Justice | 18 de abril de 2023


Y todos los creyentes se reunieron en un mismo lugar y compartieron todo lo que tenían. Vendían sus propiedades y posesiones y compartían el dinero con los necesitados. Adoraban juntos en el Templo cada día, se reunían en las casas para la Cena del Señor y compartían sus comidas con gran alegría y generosidad, alabando a Dios y disfrutando de la buena voluntad de todo el pueblo. Y cada día el Señor añadía a su comunidad a los que se iban salvando.

Hechos 2:44-47

Al leer Hechos 2, somos testigos de un acontecimiento increíble que cambió el curso de la historia de la humanidad: la llegada del Espíritu Santo el día de Pentecostés. Este día no sólo fue significativo en términos del despertar espiritual que tuvo lugar, sino que también marcó un profundo cambio en la forma en que nosotros, como comunidad cristiana, enfocamos nuestras economías personales y comunitarias.

La comunidad cristiana primitiva estaba formada por personas de todas las clases sociales, incluidos los pobres, los marginados y los parias de la sociedad. Estos creyentes no sólo se preocupaban por su propia salvación personal, sino que reconocían que su fe tenía implicaciones para la comunidad en general. Vendieron sus propiedades y posesiones para dárselas a los necesitados, creando una comunidad en la que todos tenían lo suficiente y nadie se quedaba atrás.

Gracias al poder del Espíritu Santo, la primitiva comunidad cristiana creó una economía alternativa, basada en el compartir, la generosidad, el cuidado mutuo y la capacitación de unos a otros para liberarse de las cadenas de la pobreza. Para la comunidad cristiana primitiva, la libertad espiritual en Cristo iba de la mano de la participación en esta economía alternativa.

Al reflexionar sobre este pasaje, recordamos que nuestra fe tiene implicaciones en nuestra forma de vivir en el mundo. Estamos llamados a ser agentes de transformación, trabajando para romper los sistemas de opresión que existen en nuestras comunidades y creando espacios donde todos sean valorados y cuidados. Una manera fácil en que nosotros en Willow podemos responder a las necesidades alrededor del mundo es participando en nuestro Empaque de Semillas en la Celebración de la Esperanza. Juntos empacamos semillas para empoderar a las iglesias locales de todo el mundo a romper los ciclos de pobreza que existen en sus comunidades.

Que hoy y todos los días estemos llenos del Espíritu Santo, para que podamos vivir nuestra fe de una manera que desafíe el statu quo y cree un mundo más justo y equitativo. Seamos un pueblo conocido por nuestro compromiso con la justicia, nuestra defensa de los marginados y nuestro amor mutuo.

Próximos pasos 

  • Reflexiona sobre las cadenas que mantienen a la gente en la pobreza en tu comunidad local. ¿Cómo puede estar llamándote Dios a usar la libertad que tienes en Cristo para crear una economía alternativa? 
  • Considera la posibilidad de orar para acompañar a la Iglesia o a una organización en sus esfuerzos por servir a los pobres en otro país. Pide a Dios que te lo muestre.
  • ¿Está interesado en unirse a nosotros en el envasado de semillas? Inscríbete aquí