Tres consejos para hablar con alguien más joven (o mayor) que tú
Faith Schiller, Pastora Asociada del Campus Virtual, Willow Creek | 7 de noviembre de 2022

¿Alguna vez has notado que conectar con alguien de otra generación puede ser difícil? Parece que los niños de hoy solo quieren hablar de TikTok, mientras que los mayores prefieren recordar el pasado. Aunque estas son generalizaciones burdas, lo más probable es que, si has intentado conversar con alguien de otra generación, te hayas encontrado pensando: "¡No tengo ni idea de qué están hablando!".
Aunque sentirse desconectado de personas más jóvenes o mayores puede ser frustrante, tener relaciones intergeneracionales es vital para nuestra salud, crecimiento y desarrollo espiritual. Entonces, ¿cómo podemos conectar con personas de una generación diferente?
Entra la empatía.
La empatía nos ayuda a comprender a las personas incluso cuando no compartimos una experiencia común. Muestra curiosidad por los demás y nos permite superar las diferencias generacionales en cuanto a cultura, valores e incluso vestimenta. En lugar de pensar en nuestras elecciones o preferencias, la empatía nos permite centrarnos en la otra persona y sentir con ella.
A continuación se ofrecen tres consejos rápidos para cultivar la empatía en las conversaciones intergeneracionales:
1. Haga preguntas curiosas
Si le preguntas a alguien cómo le va el día, lo más probable es que responda "Bien". ¡Eso no nos ayuda a conocerlo mejor! En lugar de hacer preguntas simples, intenta infundir curiosidad en tus preguntas. Preguntas como "¿Qué ha sido lo mejor de tu día hasta ahora?" y "¿Qué es lo que más esperas de este fin de semana?" ayudan a mostrar interés en la otra persona y nos permiten conocerla mejor.
2. No asumas que entiendes cómo se sienten
Cómo reaccionamos cuando alguien comparte algo con nosotros es muy importante. Pero a veces, podemos hacer suposiciones sobre cómo se siente alguien basándonos en cómo nosotros ante la situación. Recuerda que la empatía se trata de sentir con la otra persona. Así que, en lugar de asumir cómo se siente la otra persona ante una situación, pregúntale. Sustituye frases como "Bueno, cuando tenía tu edad..." y "Todo se arreglará..." por preguntas empáticas como "¿Cómo te hace sentir eso?" y "Ayúdame a entender por qué es tan importante para ti".
3. Recuerde los detalles
A nadie le gusta que le hagan las mismas preguntas una y otra vez, así que procura recordar los detalles que alguien comparte contigo. Recordar cosas como sus clases, su equipo deportivo favorito, los nombres de sus nietos o su programa de televisión favorito puede contribuir en gran medida a generar confianza en las relaciones intergeneracionales. Pero no te quedes ahí. Más que recordar datos sobre alguien, intenta dar seguimiento a las emociones o pensamientos que compartieron en su última conversación. Prueba frases como: "Recuerdo que mencionaste que se acercaba un evento en la escuela. ¿Qué tal?" o "La última vez que hablamos, dijiste que te sentías triste. ¿Cómo te sientes hoy?".
Para escuchar más de Faith, visite su enseñanza de noviembre aquí .