Como madre, esposa, hermana, empresaria y amiga, tengo suficientes motivos para preocuparme: los plazos, las finanzas, la salud, las relaciones y otras presiones.
Jesús dedicó mucho tiempo a hablar del dinero: cómo administrarlo, cómo diezmarlo, cómo ser generoso con él, etcétera.
¿Qué palabra suele ir en segundo lugar en esta frase? Enterrado ______. El verano parece sacar el pirata que llevo dentro.
Me resulta más fácil inclinarme hacia el perdón cuando lo necesito. ¿Tú también lo has experimentado? Cuando he hecho daño a alguien, tengo un argumento bastante bueno de por qué debería ser perdonado fácilmente.
Trabajo con muchos líderes que sitúan la integridad en lo más alto de su lista de valores. Quieren que se les conozca por ser líderes de este rasgo.
Corrí en atletismo en el colegio y siempre sentí que era un deporte individual y de equipo. Cuando me ponía en la línea de salida, sentía la presión: dependía de mí.
Perdonar es difícil. Realmente lo es. Esto se debe a que va en contra de la naturaleza humana. La naturaleza humana o el instinto suelen sugerir que si alguien nos pega, debemos devolver el golpe, con más fuerza.
Hace unos años, uno de mis hijos, profundamente dolido por algo que hizo otro adolescente, me dijo enfadado: "Olvídate de dar las gracias, mamá...".
¿Qué quiso decir Jesús cuando dijo a sus discípulos: "que vuestra luz brille ante los demás"? Hace muchos inviernos, después de cuatro o cinco pulgadas de nieve (antes de que los sopladores de nieve fueran comunes)