No es tu fuego el que debes apagar
Dan Lovaglia, pastor del campamento, Camp Paradise | 3 de diciembre de 2025

El iracundo pagará el precio;
sálvale, y tendrás que hacerlo de nuevo.
Proverbios 19:19
Durante 80 años, el anuncio nacional de Smokey Bear ha sido muy cierto: "Solo TÚ puedes prevenir los incendios forestales". Ha hecho un gran trabajo inculcándonos la importancia de la prevención de incendios. Esta es una sabiduría ancestral en lo que respecta a la naturaleza, pero no el mejor consejo para tratar con personas irascibles. En términos relacionales, hay algunos incendios que debemos dejar que se extingan. Aun así, también podemos usar el mantra de Smokey Bear en estos casos. ¿No entiendes a qué me refiero? Escúchame.
He presenciado y expresado diversos grados de ira descontrolada toda mi vida. Estoy seguro de que tú también. Los ataques de ira son parte de mi historia familiar, al igual que sus consecuencias. Es doloroso recordar momentos en que los incendios emocionales se descontrolaban en mi hogar, ya sea que yo o alguien más los provocara. Sé lo que es estar furioso por dentro y por fuera, mientras anhelo ser rescatado de un infierno relacional que yo mismo encendí. También he tenido que practicar no apresurarme a apagar el fuego de una persona irascible que no me corresponde apagar. A pesar de todo, me siento arrepentido y agradecido por la gracia divina, el perdón y la responsabilidad que he recibido y he aprendido a extender.
Cuando se trata de ira explosiva, Proverbios 19:19 ofrece sabiduría simple pero desafiante tanto para el ofensor como para el ofendido. Para la persona irascible, es la advertencia del Oso Smokey: "Solo TÚ puedes evitar incendios forestales", y si no lo haces, las consecuencias costosas se extenderán descontroladamente. Para los rescatadores en serie bienintencionados, es un llamado a nunca separar la responsabilidad del perdón. Cuando la ira de alguien provoca un incendio forestal interpersonal, puedes evitar que se propague, pero no es tu responsabilidad apagarlo.
Hoy, tú y yo tenemos la oportunidad de considerar qué límites debemos mantener para no ser quemados repetidamente por alguien. Dios nos llama a practicar el perdón y a buscarlo. Y, sin importar quién se enfurezca, somos responsables de asumir la responsabilidad por las acciones incendiarias en alta estima. En lugar de proteger a los iracundos de la ira, resiste a rescatarlos de las consecuencias naturales que podrían haber evitado.
Próximos pasos
Se necesita práctica para no apresurarse a rescatar a otros cuando otros crean problemas interpersonales. Reflexiona sobre estas preguntas y discútelas con un amigo de confianza o con el líder de tu grupo pequeño.
- ¿De qué manera puedes perdonarlos y al mismo tiempo hacerlos responsables de sus acciones?
- ¿A quién has perdonado más de una vez por la misma ofensa?
- ¿Cómo ha afectado a usted y a su relación el hecho de evitarles consecuencias?