No tenemos por qué vivir en un barco

Lee Morgan, Pastor Asociado del Campus de Huntley | 21 de julio de 2025

Pero otros judíos estaban celosos, así que reunieron a algunos malos personajes del mercado, formaron una turba y provocaron disturbios en la ciudad. Se apresuraron a ir a casa de Jasón en busca de Pablo y Silas para llevarlos ante la multitud. Pero al no encontrarlos, arrastraron a Jasón y a otros creyentes ante los funcionarios de la ciudad, gritando: "Estos hombres que han causado problemas en todo el mundo han venido ahora aquí, y Jasón los ha acogido en su casa. Todos ellos desafían los decretos del César, diciendo que hay otro rey, uno llamado Jesús". Al oír esto, la multitud y los funcionarios de la ciudad se alborotaron.
Hechos 17:5-8

Jesús dijo: "Mi reino no es de este mundo. Si lo fuera, mis siervos lucharían para impedir que me arrestaran los dirigentes judíos. Pero ahora mi reino es de otro lugar".
Juan 18:36


El año pasado, mi marido se sometió a un ciclo de quimioterapia y otro de radioterapia, y a una intervención quirúrgica exhaustiva, y desde entonces se le considera libre de cáncer. No podemos medir las oraciones respondidas ni la gratitud que sentimos al final de cada revisión cuando nos enteramos de que todo sigue bien. A lo largo de este viaje, hemos escuchado muchas historias asombrosas, a veces milagrosas, de recuperación y curación, y estamos agradecidos cada día por contarnos entre ellas. 

Tras una experiencia como el cáncer, algunas personas cambian completamente de vida: lo venden todo y se van a vivir a un barco, por ejemplo. Muchos, como mi marido, se enfrentan a un cambio de salud de por vida, un precio que están dispuestos a pagar si no tienen cáncer. Para nosotros, se produjo un cambio de paradigma, un cambio fundamental en nuestra forma de ver el tiempo, de apreciarlo y de gastarlo. Nuestra perspectiva del tiempo cambió para siempre. Hacemos muchas de las cosas que hacíamos antes, ambos trabajamos donde trabajábamos y vivimos donde vivíamos, y las cosas en nuestro mundo siguen funcionando igual. Pero somos diferentes. Cuando tomamos decisiones, nuestra perspectiva y, a menudo, el resultado, son muy diferentes que antes de enfrentarnos al diagnóstico de cáncer.

En el pasaje bíblico de hoy, los judíos de Tesalónica guardaban celosamente su interpretación de la ley. Crearon un alboroto al acusar a los seguidores de Jesús de alterar el orden mundial al decir que hay otro rey, Jesús. El mensaje de Jesús sí trastorna el orden del mundo, no reclamando territorios terrenales, sino abordando la condición humana subyacente y derrocando las fuerzas del mal que nos mantienen cautivos. Jesús se enfrentó a la misma acusación de sedición y respondió: "Mi reino no es de este mundo" (Juan 18:36). 

Seguir a Jesús exigía -y sigue exigiendo hoy- un cambio radical de paradigma, y no todo el mundo estaba o está dispuesto a ello. Sin embargo, como hemos visto a lo largo del libro de los Hechos este verano, los discípulos y Pablo sabían que este cambio lo valía todo, incluso sus vidas. 

Lo mismo ocurre con nosotros cuando empezamos a seguir a Jesús, es un cambio de paradigma. El mayor que jamás experimentaremos. Podemos vivir y trabajar en los mismos espacios, pero nuestro propósito, la comprensión de la vida, de donde viene nuestra esperanza, cambia completamente-tenemos una lente del Reino. De repente, el tiempo en la tierra ya no es sólo para el tiempo en la tierra. En lugar de eso, tenemos un Reino eterno -nuestro hogar para siempre- esperándonos y lo que hacemos aquí repercute en él. Cada vez que compartimos el Evangelio, cada vez que vivimos un ejemplo del amor de Jesús, cada vez que hacemos un sacrificio de recursos o tiempo para apoyar el Evangelio, hacemos un impacto en el Reino. Si miramos la vida a través de la lente del Reino, puede cambiar drásticamente nuestro impacto tanto en la tierra como para el Reino.

Mi viejo yo ha sido crucificado con Cristo. Ya no vivo yo, sino que Cristo vive en mí. Así que vivo en este cuerpo terrenal confiando en el Hijo de Dios, que me amó y se entregó a sí mismo por mí (Gálatas 2:20, NLT).

Próximos pasos

Recientemente he estado escuchando este himno moderno, Yet Not I. Me encanta la frase: "Porque mi vida está totalmente ligada a la suya", un verdadero cambio de paradigma en la forma en que pensamos en nuestras vidas una vez que sabemos quién es Jesús. Espero que también te anime a ti.

Considera la posibilidad de mirar a través de la lente del Reino cuando hagas planes o tomes una decisión importante en casa o en el trabajo. ¿Qué podemos hacer de forma diferente que no sólo repercuta en el resultado terrenal, sino también en el del Reino?