Dios es esperanza para nosotros
Mark Pulsifer, Escritor Voluntario, South Barrington | 30 de mayo de 2025

Recuerdo mi aflicción y mi extravío,
la amargura y la hiel.
Bien los recuerdo
y mi alma está abatida dentro de mí.
Pero me acuerdo de esto
y por eso tengo esperanza:
Por el gran amor del Señor no somos consumidos,
porque su compasión nunca falla.
Son nuevas cada mañana;
grande es su fidelidad.
Me digo: "El Señor es mi porción;
por eso esperaré en él".
Lamentaciones 3, 19-24
Mi vida ha sido moldeada permanentemente por una esperanza inquebrantable en Dios. Los primeros 19 años de mi vida fueron infernales, y Su presencia amorosa fue el trozo de madera que me mantuvo a flote en aquellos años oscuros y tormentosos. Mis oraciones a Él y sus oraciones y acciones por mí me salvaron e hicieron crecer nuestra relación.
Cuando tenía 19 años, me entregué a Jesús por completo. En ese momento, aprendí la Escritura que dice: "Y sabemos que en todas las cosas Dios obra para el bien de los que lo aman" (Rom. 8:28). Confiando en que esto era cierto, empecé a manejar mejor las tormentas personales. A medida que aprendí a vivir con Dios en mi corazón y como parte permanente de mi conciencia, mi confianza y esperanza en Él crecieron, al igual que mi santidad y paz.
A pesar de esto, experimenté años de vagabundeo pródigo y de poner a prueba a Dios y al cristianismo en busca de la verdad. Para mi sorpresa, descubrí Su gran amor y compasión, y esto me sanó aún más. Él me reformó a través de iteraciones cada vez más alineadas con el carácter de Jesús, a medida que, paradójicamente, me volvía más "yo".
En los años transcurridos desde ese período de mi vida, más pruebas e incluso situaciones graves me han puesto a prueba, me han aplastado y me han podado bajo la guía del Espíritu Santo. Sigo siendo seguidor de Cristo porque Él es real, está vivo y participa activamente en mi vida diaria. Saber esto me da una esperanza inquebrantable para superar cualquier cosa en esta vida. Soy eterno y no puedo ser derrotado permanentemente mientras permanezca cerca de Jesús.
Próximos pasos
Habla con Dios como la persona real que es. Pídele que te ayude a aprender lo que es esperar en Él, y pídele el don de la oración para que puedas comunicarte con Él con más frecuencia y naturalidad. Entonces prepárate para la aventura de tu vida porque nunca volverás a ser el mismo. Él responderá. ¡El Creador del Universo te responderá!