Amor robusto

Mark Pulsifer, escritor voluntario, South Barrington | 18 de marzo de 2025

Porque en Cristo Jesús ni la circuncisión ni la incircuncisión valen nada. Lo único que cuenta es la fe expresada por el amor.
Gálatas 5:6


Durante los primeros nueve meses después de entregar mi vida a Jesús, fui riguroso conmigo mismo, incluso casi cruel a veces. Confesaba a Dios mis pecados, reales y percibidos, todas las noches de rodillas, rogándole que me perdonara. Al mismo tiempo, una guerra había estallado en mi interior, y no solo escuchaba o sentía al Espíritu Santo. Fue una época intensa y confusa en mi vida, a pesar de que Dios me proporcionó un mentor maravilloso con quien me reunía todos los viernes para recibir enseñanza y rendirle cuentas con delicadeza. Este período es lo más cerca que he estado de ser legalista. 

Finalmente dejé de torturarme cuando sentí que me aferraba a Jesús como un hombre que abraza las piernas de un socorrista tras ser salvado de ahogarse. Sentía claramente que le molestaba un poco mi comportamiento servil. Así que dejé de intentar imponerme al cristianismo para perfeccionarme. En ese momento, me daba un poco de miedo porque realmente tenía que confiar en Jesús, en que Él me amaba de verdad y podía reformar mi ser interior si le dejaba tomar la iniciativa.

A veces nos preocupamos excesivamente por lo que se debe y no se debe hacer en el cristianismo, pero “lo único que cuenta es la fe expresada en amor”. ¿Cómo es para usted la fe expresada en amor?

Gracias a mi perseverancia a lo largo de los años, mi vida ha desarrollado una fecundidad que solo es posible mediante la fe y la obediencia a Jesús y a su Espíritu Santo. Dios ha ensanchado y profundizado mi corazón, permitiéndome desarrollar algunas de sus cualidades. Amar a los demás, ayudarlos u orar por alguien con quien me encuentro o en quien pienso es ahora un reflejo inmediato del amor. Lo maravilloso es que hay millones de personas que también han elegido la fe y la libertad en Jesús, expresando amor a Dios, a sí mismos y a los demás.

Próximos pasos

¿Dirías que eres amigo de Jesús? No temas responder con sinceridad; en cambio, llévale tu respuesta hoy. La principal manera de hacerte amigo de Jesús es pasar tiempo con él en oración, una conversación constante a lo largo del día. Pídele que comparta su corazón contigo, que te muestre cómo se siente por las personas con las que interactúas a lo largo del día. Pregúntale cómo puedes orar por estas personas, cómo podrías ayudarlas o cómo puedes mostrarles amor.