Había sufrido mucho bajo el cuidado de muchos médicos y había gastado todo lo que tenía; sin embargo, en lugar de mejorar, empeoraba. Al oír hablar de Jesús, se acercó por detrás entre la multitud y tocó su manto, porque pensaba: «Con solo tocar su manto, seré sana». Al instante, su hemorragia se detuvo y sintió en su cuerpo que estaba libre de su sufrimiento.
Marcos 5:26-29

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¿Por qué Dios sana a algunas personas y a otras no? No lo sé. Pero lo que sí sé es que vivimos en un mundo roto donde el sufrimiento es común. Quienes sufren a menudo hacen todo lo posible por detener, o al menos aliviar, su dolor. A veces, sus esfuerzos dan resultado; otras veces, parece un desperdicio de energía. Todo esto nos lleva a preguntarnos: si Dios es real y realmente se preocupa por las personas, ¿tiene suficiente poder para todos?

En Marcos 5, Jesús sana a personas antes y después de curar la enfermedad crónica de la mujer. Esta historia culmina con la restauración del Señor de un hombre poseído por un demonio y la resurrección de la joven. Es mucho poder divino demostrado en un solo capítulo bíblico. La belleza de la fe de esta mujer fatigada radica en que reunió la fuerza para agarrar el manto de Jesús cuando pasaba. Pero más que eso, la belleza de la capacidad de Cristo para sanar radica en que ir de un lugar a otro no limitó el poder de Dios ni negó el acceso potencial a él.

No hay una explicación clara de por qué Jesús sanó a algunas personas y a otras no. Pero eso no tiene nada que ver con el hecho de que Él se preocupa por nosotros y puede sanarnos. Lo que necesitamos saber, recordar y confiar es que Dios es poderoso, y siempre vale la pena depositar nuestra fe en su poder. Su fuerza nunca se agota. Su potencia nunca es insuficiente. No necesitamos esperar a que Él se recargue. Su Hijo demostró al mundo de una vez por todas que Dios es todopoderoso, incluso cuando experimentamos las limitaciones de un mundo caído. Sin duda, Dios tiene poder de sobra para todos.

Próximos pasos

¿Hay algún desafío, necesidad o relación en tu vida que te haga preguntarte si Dios tiene el poder suficiente para intervenir? ¿De qué se trata y con quién puedes hablar y orar hoy mientras diriges tu fe hacia Jesús?

Si desea oración o que le orienten en la dirección correcta, comuníquese con el Apoyo Pastoral en Willow en cualquier momento.