Buenos días por delante
Stephanie Haugen, Pastora Asociada del Campus, South Barrington | 10 de julio de 2024

Después, los israelitas volverán y buscarán al Señor su Dios y a David su rey. Acudirán temblando al Señor y a sus bendiciones en los últimos días.
Oseas 3:5
Aunque no quiera detenerme en ello, vivir aquí en la Tierra conlleva dolor, sufrimiento y dificultades. Tenemos amigos con enfermedades terminales y conocemos familias cuyas relaciones están estancadas y parecen irreparables. Además, están las guerras actuales y las realidades políticas que nos parecen fuera de control.
Estas situaciones desesperadas pueden hacernos acudir temblando y suplicar a Jesús. Al igual que los israelitas del versículo de hoy, nosotros también buscamos el mover de Dios, ¿no es así? Quizás incluso anhelamos la restauración del mundo a su diseño original: lleno de esperanza, paz y sin dolor.
No importa cuán oscuros parezcan los días, podemos mantenernos expectantes por su regreso y los cambios que vendrán cuando esto ocurra. Es posible encontrar esperanza y alegría cuando nos mantenemos arraigados en las Escrituras, y podemos recordar que en realidad hay días buenos (e incluso grandiosos) por delante, ¡cuando nos encontremos cara a cara con Jesús!
¿Te sientes atrapado hoy en malos hábitos o patrones de pecado? Hay una promesa en Filipenses 1:6 que dice: «Nunca he tenido la menor duda de que el Dios que comenzó esta gran obra en ustedes, perseverará en ella y la culminará con gran éxito el mismo día que Cristo Jesús aparezca» (El Mensaje).
¿Te sientes fuera de lugar y no encajas del todo en este mundo? Filipenses 3:20 nos recuerda: «Nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde esperamos al Salvador, el Señor Jesucristo» (RVR1960).
¿Frustrado por la guerra, la injusticia y la confusión aparentemente irreconciliable que nos rodea? Dios promete que sabe lo que sucede y que aún tiene el control en Apocalipsis 1:8: «Yo soy el Alfa y la Omega —dice el Señor Dios—, el que es y que era y que ha de venir, el Todopoderoso».
Se nos instruye a esperar con ansia y fidelidad el regreso de Cristo, y la Biblia nos ayuda a hacerlo. ¡Anímate y mantén la esperanza!
Próximos pasos
- Habla con un amigo o con tu grupo sobre las cosas que esperas que Cristo cambie cuando regrese.
- Busque y memorice las escrituras acerca del regreso de Cristo que le darán paz en tiempos difíciles.