La forma más alta del amor

Faith Schiller, Pastora Asociada del Campus, Willow Online | 8 de mayo de 2024

Si hablo lenguas humanas o angélicas, pero no tengo amor, soy como metal que resuena o címbalo que retiñe.  Si tengo el don de profecía y entiendo todos los misterios y todo el conocimiento, y si tengo una fe que traslada montañas, pero no tengo amor, nada soy.  Si doy todos mis bienes a los pobres y entrego mi cuerpo a las necesidades para gloriarme, pero no tengo amor, de nada me sirve.
1 Corintios 13:1-3


Si has asistido a una boda, probablemente hayas escuchado el famoso sobre el amor de 1 Corintios 13. Empieza así: «El amor es paciente, es bondadoso…», y luego continúa con varios versículos hermosos sobre qué es y qué no es el amor. Si estudias cómo este pasaje define el amor, descubrirás que es una forma impactante y contracultural de demostrar a los demás que nos importan. Pero lo que más me fascina de 1 Corintios 13 son los versículos que preceden al famoso el amor .

Un poco de contexto. Este pasaje no habla del amor romántico, sino de la forma más elevada de amor. Un amor que trasciende la emoción, el deseo sexual o incluso el afecto fraternal. El amor en este pasaje es la máxima expresión de compromiso y pasión; es el amor que Dios muestra al mundo en Juan 3:16. En 1 Corintios 13:1-3, aprendemos por qué este tipo de amor supremo es tan importante.

La escritura de hoy trata sobre la expresión religiosa sin este tipo de amor comprometido y apasionado. Y, en esencia, el autor bíblico dice: «Sin este amor supremo, lo que haces no tiene sentido». Un cliché que solemos usar en la iglesia es la frase «La relación por encima de la religión». ¿La has escuchado antes? Aunque su uso repetido pueda resultar desagradable, eso no cambia la verdad que la sustenta. Nuestras expresiones religiosas, como la adoración, la generosidad y el servicio, son importantes para Dios, pero solo en la medida en que estén arraigadas en nuestra auténtica relación con él. 

Si servimos a Dios con fervor , pero nunca dedicamos tiempo a conocerlo , a amarlo con compromiso y pasión, entonces no comprendemos lo que significa tener una relación amorosa con un Dios amoroso. De igual manera, si servimos a los demás pero descuidamos amarlos con compromiso y pasión, no comprendemos lo que significa vivir el amor de Dios.

Próximos pasos

Dedica tiempo a orar y a escribir en tu diario sobre a quién te ha llamado Dios a servir ahora mismo. Pregúntate: "¿Los amo con el mismo compromiso y pasión con que Dios me ha amado?". Invita al Espíritu Santo a enfocar tu corazón en cómo podrías amar de forma diferente.