Cara a cara

Kristyn Berry, redactora voluntaria, Campus de Crystal Lake | 22 de marzo de 2024

Porque ahora sólo vemos un reflejo como en un espejo; entonces veremos cara a cara. Ahora conozco en parte; entonces conoceré plenamente, como soy plenamente conocido.
1 Corintios 13:12

Ahora bien, la fe es confianza en lo que esperamos y seguridad en lo que no vemos.
Hebreos 11:1


La marmota no vio su sombra el 2 de febrero. Aunque este año acojo con los brazos abiertos el comienzo de la primavera, el resultado de las temperaturas más cálidas ha sido un comienzo de 2024 con niebla. En una mañana especialmente nublada, me quedé mirando por la ventana, preguntándome si era seguro pasear por mi barrio cuando apenas podía ver el árbol de 18 metros de altura que se erguía estoicamente en mi jardín. Una de mis citas favoritas de Martin Luther King, Jr. resonó en mi mente: "La fe es dar el primer paso, incluso cuando no ves toda la escalera". Conocía perfectamente el camino alrededor de mi barrio, pero la niebla añadida impedía una visión normalmente clara, y la fe en mí mismo y en ser visible para los demás menguaba. Quedarme en casa parecía la mejor opción.

En nuestro camino de fe, a menudo nos encontramos con casos en los que nuestros defectos y fracasos se ciernen sobre nuestra vida, proyectando una niebla tenebrosa sobre distintas áreas de nuestra vida. Nuestro primer instinto puede ser escondernos, avergonzarnos. La vergüenza suele prosperar en los huecos que quedan entre lo que percibimos como inadecuado y las normas poco realistas que nos imponemos a nosotros mismos. Susurra mentiras sobre nuestra identidad, convenciéndonos de que somos indignos o incapaces. Sin embargo, la verdad revelada en 1 Corintios 13:12 es un faro de esperanza durante nuestras luchas y ofrece una profunda revelación sobre la naturaleza de nuestra experiencia humana y el poder transformador del amor de Dios. Habla de las limitaciones inherentes a nuestro entendimiento y percepción, recordándonos que nuestra comprensión de nosotros mismos y de nuestras circunstancias es incompleta sin Él. Un día, nos veremos "cara a cara", experimentando la plenitud de la verdad y el amor de Dios en toda su gloria. Hasta entonces, caminamos por fe, confiando en que cada paso nos acerca más a la realización del plan perfecto de Dios para nuestras vidas.

A la luz del amor de Dios, la vergüenza pierde su poder para definirnos. Somos liberados de la carga del perfeccionismo e invitados a abrazar nuestra humanidad en toda su belleza y quebrantamiento. Nuestra valía no depende de nuestros logros o de nuestra capacidad para cumplir determinadas expectativas. Por el contrario, se basa en el amor incondicional de Dios, que nos ve plenamente y nos conoce íntimamente. Cuando apenas podemos distinguir el camino que tenemos por delante, nuestra percepción de la realidad está nublada por nuestra perspectiva finita. Puede que no lleguemos a comprender todo el alcance del plan de Dios ni los misterios de sus caminos, pero sabemos que Él nos ha precedido y que todo es perfecto en su plan.

Así pues, demos un paso adelante con fe, confiando en que Dios nos guía siempre hacia arriba, incluso cuando el camino parece oscuro. Al final, contemplaremos la plenitud de su gloria, y nuestra fe se verá recompensada con creces.

Próximos pasos

Mientras meditas en 1 Corintios 13:12, libérate de la vergüenza y abre tu corazón al poder transformador de la gracia de Dios. Confía en la promesa de un futuro en el que conoceremos plenamente, así como somos plenamente conocidos; un futuro en el que la vergüenza será sustituida por la gloria, y en el que el amor reinará supremo.