Déjalo salir
Iglesia Willowcreek | 4 de enero de 2024

Ustedes son la luz del mundo. Una ciudad en la cima de una colina no se puede esconder. Ni se enciende una lámpara y se pone debajo de un almud. En cambio, se pone sobre su candelero, y alumbra a todos los que están en la casa.
Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que
vean vuestras buenas obras, y alaben a vuestro Padre que está en los cielos.
Mateo 5:14-16
Quizás estés de acuerdo en que el mundo puede parecer bastante oscuro cuando observamos lo que sucede a nuestro alrededor. Nos enfrentamos a ello a diario en los medios de comunicación de todo tipo. ¿Cuál es el plan de Dios para lidiar con esta oscuridad? Su plan perfecto es brillar a través de nosotros, nuestros imperfectos. No son los predicadores, los políticos ni siquiera los evangelistas famosos quienes salvarán este mundo. Jesús dice: «Ustedes son la luz del mundo». Así que, den su luz delante de la gente.
Jesús nos llama a ser diferentes. Nuestras relaciones pueden ser diferentes; nuestros hogares pueden ser diferentes; nuestro trabajo puede ser diferente. Una vida imperfecta que honra a Dios da un testimonio convincente de su poder salvador. Eso le da gloria.
Justo antes de estos versículos, Jesús expresó que los valores del reino de Dios son radicalmente diferentes a los del mundo. Dios quiere que sus seguidores demuestren humildad, arrepentimiento por el pecado, mansedumbre, anhelo de pureza, deseo de aliviar el sufrimiento, devoción por la paz y disposición a soportar la persecución por hacer lo correcto. Él sabe que nunca podremos hacerlo a la perfección, por eso nos ofreció a su Hijo como nuestro Salvador, personificando la gracia y el amor por nosotros, simplemente porque nuestro corazón es seguirlo.
Jesús dice en Juan 8:12: «Yo soy la luz del mundo. El que me sigue no andará en tinieblas, sino que verá la luz de la vida». Así, vemos que Dios es luz, y podemos hablarle al mundo de esta luz. Esa es la luz que debemos iluminar al mundo.
Aunque seamos imperfectos, seguimos siendo Su luz, sosteniendo la Palabra de Vida. No tienes que encenderla ni darle fuerza. No tienes que preocuparte por encenderla. Solo tienes que dejarla salir.
Próximos pasos
Jesús articuló los valores del Reino que sus seguidores demostrarían (Mateo 5:3-11). Tómate un tiempo para reflexionar honestamente sobre cuáles son tus valores más fuertes y cuáles necesitas fortalecer.
Quien tiene un corazón para Jesús deja que su luz brille en el mundo. ¿Cómo lo dejarás salir al mundo?