Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos.

Al ver la valentía de Pedro y Juan, y al darse cuenta de que eran hombres sin instrucción y del común, se asombraron y se dieron cuenta de que habían estado con Jesús. Pero como vieron al hombre que había sido sanado allí con ellos, no pudieron decir nada.
Hechos 4:12-14

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Me ascendieron hace años. Fue algo importante, pero no lo suficiente como para dejar de ser yo mismo. Recuerdo vívidamente mi primera reunión con algunos líderes a los que admiraba desde hacía mucho tiempo. ¿Por qué? En parte por quiénes estaban en la sala, pero sobre todo porque llevaba un atuendo más elegante de lo habitual. ¿Y cómo sé que se dieron cuenta? Alguien preguntó desde el otro lado de la sala: "¿Por qué te arreglaste?".

Me ha llevado muchos años sentirme más cómodo conmigo mismo. Sinceramente, todavía no soy muy bueno en eso, sobre todo cuando se trata de compartir mi fe. Tengo la idea de que debo ir mejor vestido, por así decirlo. Odiaría hacer algo que distraiga o interfiera entre conocer a Jesús y recibir la salvación. Pero ¿por qué estoy tan convencido de que necesito ser más inteligente, estar mejor preparado o hablar con más elocuencia?

En Hechos 4, Pedro y Juan ofrecieron una clínica de evangelización poco convencional que da esperanza a personas comunes como yo, y a ti también. Estos hombres comunes no se vistieron con excesos para llegar a una multitud. No eran los más preparados intelectual y teológicamente en la sala. Simplemente se presentaron, siguieron la guía del Espíritu Santo, y la gente notó su principal credencial: «estos hombres habían estado con Jesús». La sanidad que tuvo lugar en el capítulo tres, junto con el audaz mensaje de salvación de Pedro ( Hechos 4:8-12 ), ocurrieron porque él se presentó humilde y disponible para que Cristo hablara a través de él.

Compartir nuestra fe puede ser intimidante, pero no necesitamos vestirnos para impresionar. En el camino, el Señor les dijo a sus discípulos que era mejor simplemente presentarse y esperar a que el Espíritu Santo les diera las palabras (ver Lucas 12:11-12 ). Después de estar con Jesús, este fue el primer paso de Pedro y Juan en la evangelización, y eso es lo que nosotros también debemos hacer.

Próximos pasos

Jesús dice que el Espíritu Santo «les enseñará todas las cosas y les recordará todo lo que les he dicho» (ver Juan 14:15-31 ). Revisa tu agenda para la próxima semana. ¿Con quién te encontrarás que podría tentarte a arreglarte en lugar de simplemente ir? Habla con Jesús sobre tus preguntas y temores. Pídele que te dé valor para simplemente dar el primer paso en la evangelización.