Dirigir con suavidad

Kathryn Tack, escritora voluntaria, South Barrington | 15 de noviembre de 2023

"Pero la sabiduría que viene del cielo es, ante todo, pura; luego, amante de la paz, considerada, sumisa, llena de misericordia y de buenos frutos, imparcial y sincera. Los pacíficos que siembran en paz recogen una cosecha de justicia".
Santiago 3:17-18


Necesito sabiduría en situaciones difíciles, cuando mi fina piel siente una ofensa que se interpone en mis relaciones. Una ofensa puede ser muchas cosas, desde una pequeña molestia hasta un insulto descarado. Entreno a la gente para que tome el camino correcto y pase por alto las ofensas creyendo lo mejor de los demás. Por definición, pasar por alto una ofensa es elegir intencionadamente no aferrarse al dolor ni juzgar a la persona que lo ha causado. Es una herramienta, una forma de evitar que una situación empeore, una forma de no dejar que la amargura nos corroa cuando nos sentimos ofendidos. Pero no debemos confundir pasar por alto con negar. Pasar por alto es elegir no juzgar a otra persona o aferrarse a una herida. Negar es pretender que una ofensa no ocurrió cuando sí ocurrió.

Hace poco, en una reunión, me sentí impulsado por el Espíritu Santo a hacer a los presentes una pregunta que leí en un libro sobre la construcción de la paz. "¿A qué tengo que morir como líder?". No es el tipo de pregunta que te harías todos los días. Pero me di cuenta de que era una pregunta que podía hacerme más a menudo. Todos me miraron perplejos. Luego, empezaron a compartir sus propios defectos y su falta de sabiduría. Verdaderamente sabiduría de lo alto y no la mía. Los resultados fueron notables.

Ese día aprendí que cuando soy vulnerable, la humildad interviene y Jesús gana. Cuando soy humilde, actúo con justicia y prefiero la misericordia. Camino de otra manera. Aunque muchas veces he dejado que el orgullo y mi delgada piel se lleven lo mejor de mí, estoy agradecida de poder experimentar momentos en los que la sabiduría del cielo desciende. ¡Jesús gana más a menudo en mi vida que no!

Próximos pasos   

Tómate un tiempo hoy para reflexionar sobre cuándo has experimentado la sabiduría de lo alto cuando menos te lo esperabas. Y alaba a Dios por su sabiduría cada día.