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También podemos alegrarnos cuando nos encontramos con problemas y pruebas, porque sabemos que nos ayudan a desarrollar la resistencia. Y la resistencia desarrolla la fortaleza de carácter, y el carácter fortalece nuestra esperanza confiada en la salvación. Y esta esperanza no nos llevará a la desilusión. Porque sabemos cuánto nos ama Dios, que nos ha dado el Espíritu Santo para que nos llene el corazón de su amor. 

Romanos 5:3-5

En la obra de J. R. R. Tolkien, El Señor de los Anillos; Las Dos Torres, llega un momento en el relato en que dos de los protagonistas, Frodo Bolsón y Samwise Gamgee, se encuentran ante un camino que les conducirá a una oscuridad aún mayor. Mientras se toman un respiro antes de seguir aventurándose, reflexionan sobre la naturaleza de la historia, y Sam expresa un pensamiento interesante. 

 "Las cosas valientes de los viejos cuentos y canciones... Solía pensar que eran cosas que la maravillosa gente de los cuentos salía a buscar... pero no es así con los cuentos que realmente importaban... Supongo que tuvieron muchas oportunidades, como nosotros, de volver atrás, sólo que no lo hicieron. Y si lo hubieran hecho, no deberíamos saberlo, porque habrían sido olvidados".

Cuando pensamos en las historias que realmente nos importaron mientras crecíamos, ¿cuáles son las que nos impresionaron? ¿Qué les ocurrió a los personajes? Aunque veamos los mismos temas una y otra vez -es decir, el héroe va dando tumbos pero, a base de pruebas y tribulaciones, acaba triunfando-, ese tipo de historias nos atraen y capturan nuestra imaginación. 

Quizá la razón por la que nos extasían tanto es que reflejan el tipo de historia que nuestras almas están hechas para anhelar. Si Jesús hubiera decidido no soportar la cruz, dar media vuelta y volver a casa, ¿con qué rapidez se habría olvidado su historia? En cambio, le vemos caminar decidido hacia el sufrimiento y la muerte. Pero ni siquiera esto es el final. Volvemos a ver cómo no sólo persevera en su sufrimiento, sino que vence a la muerte misma. El final de su historia es un triunfo que demuestra no sólo su gloria, sino también nuestra esperanza. 

Próximos pasos 

• Tómate un momento para pensar en tu propia historia, en los altibajos y las mesetas. Mientras reflexionas sobre las cosas que podrías considerar pruebas (cosas que tuviste que soportar y perseverar), ¿hay maneras en que Dios apareció? 
• Si actualmente estás pasando por una prueba difícil o una decepción, tómate un tiempo para expresar tus pensamientos sinceros a Dios sabiendo que tu historia aún no ha terminado.