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Pero al mismo tiempo muchos, incluso entre los dirigentes, creían en él. Pero a causa de los fariseos no querían reconocer abiertamente su fe por miedo a ser expulsados de la sinagoga, pues amaban más la alabanza humana que la alabanza de Dios. 

Juan 12:42-43

Bautismo. ¿Cómo respondes a esa palabra? (Lo sé, Juan 12 no trata de esto, pero escúchame antes de que sigas con tu día).

Leer la palabra "bautismo" sobre el papel no es muy complicado. Pero adquiere un significado totalmente nuevo cuando hay personas implicadas. La Palabra de Dios es clara: si decides confiar en Jesucristo y seguirlo, bautízate. Sin embargo, para muchos cristianos es difícil hacer pública su fe de esta manera. Esto se debe a muchas razones, pero hay una que llama la atención, y el pasaje de hoy insiste en ella.

He hablado con innumerables creyentes bienintencionados que no se bautizan de adultos. ¿Por qué no se bautizan? Sus padres los bautizaron de niños en otra denominación eclesiástica. Sienten que otro bautismo deshonra a su familia y a la iglesia en la que crecieron. Lo entiendo, pero suena muy parecido a Juan 9:42: "...[N]o querían reconocer abiertamente su fe por temor a ser expulsados".

Cuando se trata de la familia y la fe, la presión por la aprobación humana ejerce una fuerte atracción. Es natural debatirse entre la alabanza de la gente y la alabanza de Dios. En Juan 3, Nicodemo se acerca a Jesús por la noche porque no estaba preparado para reconocer públicamente al Mesías. En Juan 9, Jesús cura a un ciego, pero sus padres le ocultan los detalles para evitar que lo echen de la sinagoga. Sigue leyendo el Nuevo Testamento y encontrarás muchos ejemplos en los que la gente decide hacer pública su fe o mantenerla en privado.

La pregunta para nosotros hoy es simple pero difícil de responder: "¿Quién te frena en tu fe?". ¿De quién quieres más la aprobación que la aprobación de Dios? ¿Cómo te influyen para que tu fe sea menos pública y más privada?

Si eres un seguidor de Jesús, rezo para que esta pregunta te desafíe. Si no eres un seguidor de Jesús, mi oración es la misma. Y, para ser sincero, para mí tampoco es una pregunta fácil de responder. Pero estoy agradecido si el pasaje de hoy nos pone a todos a pensar en lo que se necesita para buscar la aprobación de Dios por encima de cualquier otra persona.

Próximos pasos

• Habla con un amigo sobre la pregunta de hoy: "¿Quién te frena en tu fe?". Creo que os sorprenderá lo que cada uno tenga que decir.
• Si no te has bautizado, haz clic aquí para saber más y dar este paso.