La vergüenza es mentira

Dan Lovaglia, Pastor del Campamento Paradise | 6 de marzo de 2023


Él respondió: "Te oí en el jardín, y tuve miedo porque estaba desnudo; así que me escondí".

Génesis 3:10

Durante las próximas tres semanas, abordaremos temas sensibles para muchos de nuestros corazones: la ansiedad, la depresión y el dolor. Oramos para que estos devocionales le ayuden a acercarse a Dios y le animen en su propio camino, así como a aquellos con los que tiene el privilegio de caminar. Si necesita más recursos sobre estos temas, visite esta página web. 

La lectura de Génesis 3 solía provocarme un nudo en el estómago. Me molestaba que Adán y Eva dieran la espalda a Dios. Y, para empeorar las cosas, trataron de encubrirlo todo, en sentido figurado y literal. Luché mucho con esto. Pero luego me di cuenta de que yo habría hecho lo mismo. De hecho, he hecho lo mismo, y por eso la historia escuece. Aquí radica la vergüenza del pecado, pero a decir verdad, la vergüenza es una mentira.

El pecado y la vergüenza pueden ser difíciles de separar. ¿Por qué? Porque es normal y saludable sentirse culpable después de elegir mi camino en lugar del camino de Dios. Lo que no es cierto es todo el señalamiento autodestructivo que sigue. Jesús nunca le dice esta mentira a nadie: "Eres malo, antipático y mereces estar solo". Y Él ciertamente no quiere que andemos por ahí avergonzándonos con esta cinta sonando en nuestras cabezas: "Soy malo, antipático y merezco estar solo". Aunque el pecado permanezca, la vergüenza tiene que desaparecer.

Cuando me di cuenta de que la misión del Padre Celestial era acercarse lo más posible a Adán y Eva, incluso en su estado pecaminoso, esa verdad lo cambió todo. Empezó a liberarme de la presión de ser perfecta que solía sentir. Levantó el peso de la ansiedad que cargaba mientras esperaba que me descubrieran. Y transformó la forma en que me relacionaba con Dios y me trataba a mí mismo y a los demás. No necesitaba fingir que el pecado no estaba presente. Sólo necesitaba reconocerlo, confesarlo y devolvérselo a Jesús para que lo perdonara, sin el aguijón persistente de la vergüenza.

Paul David Tripp, en su libro New Mercies: A Daily Gospel Devotional, dice: "La gracia de Dios sacará a la luz lo que quieres ocultar, no para avergonzarte, sino para perdonarte y liberarte". Adán y Eva pensaban que tenían todas las razones para permanecer en las sombras, pero en realidad, tenían todas las razones para mostrar sus rostros. Su camino hacia la paz requería salir de su escondite para escuchar: "Fuisteis creados buenos, sois amados, y estamos juntos en esto".

Próximos pasos

¿A quién ha puesto Dios en tu vida para que te ayude a acabar con la vergüenza? Habla con un amigo sobre el devocional de hoy. Lean juntos Romanos 8:1 y Santiago 5:16, y analicen cómo pueden liberarse de la vergüenza.