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La depresión, ya sea química, estacional o situacional, puede impedirle disfrutar de la plenitud de la vida. Afortunadamente, la esperanza es posible. Según la Asociación Nacional de Salud Mental, más del 80% de las personas que reciben tratamiento lo encuentran útil. Aquí tienes algunos consejos si te sientes agobiado:

Trabaja en la autorregulación de tus emociones a través de la terapia, las rutinas diarias y la reflexión. Dedicar tiempo a pensar y reflexionar sobre tus sentimientos escribiendo un diario, hablando con amigos y rezando puede ayudarte a afianzarte. Apúntate a los devocionales diarios para anclar tu día en la verdad de Dios, y consulta este artículo para ver ejemplos que te ayuden a procesar tus sentimientos.

Muévete para trabajar tus emociones. Nuestro cuerpo almacena el estrés y las emociones que no hemos procesado: tal vez tengas los hombros tensos, te duela la espalda o estés inquieto. A veces, hacer ejercicio puede ayudarte a cambiar tu estado emocional. 

• Practica la atención plena a través del movimiento con este ejercicio de respiración.
• Si quieres moverte de verdad, ¡considera la posibilidad de correr el Maratón de Chicago con el Equipo World Vision!

Empieza a hablar con amigos, mentores o profesionales. Encontrar un terapeuta o consejero puede ser un gran paso -y encontrar el adecuado para ti puede ser un proceso-, ¡pero merece la pena! Consulta este artículo con consejos para encontrar un consejero.