Ver lo que Dios cultiva

Katie González | 25 de abril de 2022


Yo planté la semilla, Apolos la regó, pero Dios la ha hecho crecer. Así que ni el que planta ni el que riega son nada, sino sólo Dios, que hace crecer las cosas. El que planta y el que riega tienen un mismo propósito, y cada uno será recompensado según su propia labor. Porque somos colaboradores en el servicio de Dios; ustedes son el campo de Dios, el edificio de Dios.

1 Corintios 3:6-9

La Celebración de la Esperanza consiste en vislumbrar lo vasto y poderoso que es nuestro Dios. Vemos las formas en que Él se mueve por todo el mundo, y luego se nos invita a responder con las manos abiertas a lo que Él nos llama a hacer a cada uno de nosotros. 

El pasaje de hoy nos ayuda a acercarnos a servir a Dios con la postura y la perspectiva correctas. Pablo explica que Dios los usó a él y a Apolos para llevar a la gente de Corinto a la fe, y sin embargo, ellos no son el centro de atención. Pablo utiliza una metáfora para explicar que nosotros, como siervos de Dios, podemos plantar semillas y ser utilizados por Dios de grandes maneras. Pero, Dios hace que todo crezca y produzca frutos. Sin Él, el trabajo que hicieron no habría crecido y florecido.

El socio de Willow en Camboya sirve a comunidades en las que menos del dos por ciento de las personas son cristianas. Nuestros socios viven maravillosamente la escritura de hoy por la forma en que confían y dependen de Dios para hacer crecer las semillas de fe que están plantando. Se centran en proporcionar educación y apoyo a los niños vulnerables para ayudarles a ver que son amados por Dios. Las clases que imparten tienen un impacto en los niños y sus familias. Familias que han llegado a conocer a Jesús y están conectadas a la iglesia local. Nuestros socios están sirviendo fielmente a Dios, y Él está trayendo esperanza y cambio a estas comunidades.

Willow ha podido apoyar a nuestros amigos en Camboya mientras escuchan fielmente la guía de Dios. Puede que nunca sepamos el impacto total de nuestra asociación, pero podemos confiar en que Dios la hará crecer. Todo lo que tenemos que hacer es escuchar lo que Él nos está llamando.

Ya sea que sirvamos en Camboya o en Chicagolandia, este pasaje nos une al confiar en que Dios tiene el control. Estamos llamados a formar parte de sus planes para llevar a cabo el amor de Jesús. En última instancia, nuestra actitud debe ser de completa dependencia y humildad, sabiendo que Dios es el que hace crecer todas las cosas.

Próximos pasos

  • Cada familia que reciba semillas podrá cultivar hasta 750 libras de hortalizas, que pueden servir de alimento o venderse para obtener ingresos. Conozca más sobre lo que podemos hacer para ayudar a nuestros socios en la página web de Celebración de la Esperanza.