Como te he amado

Willow Creek | 18 de mayo de 2021


Este pasado fin de semanael pastor Dave dio un mensaje sobre el matrimonio llamado "Amor por el que vale la pena luchar". El matrimonio es una de las mayores bendiciones de Dios, pero a veces puede ser tan difícil. A lo largo de su mensaje, Dave dio varios consejos sobre cómo manejar los conflictos con nuestros cónyuges, pero tal vez el consejo más profundo que dio fue este: amar y perdonar como Jesús.

 

El matrimonio es duro; no conozco a muchas personas casadas que discutan esa afirmación. Trabajar en una relación requiere tiempo y energía, y cuando se añaden las facturas, los niños, los recados y el resto, no hace falta mucho para que la relación matrimonial se vuelva tensa. Todo esto para decir que no siempre estamos en nuestro mejor momento con nuestros cónyuges; de hecho, para la mayoría de nosotros, podemos ser demasiado mordaces, cortos y combativos a veces. Pero, ¿qué dice Jesús? "Amaos los unos a los otros. Como yo os he amado, así debéis amaros los unos a los otros". -Juan 13:34b

 

Dios utiliza el matrimonio como una forma de reflejar su relación con nosotros. Como cristianos, la Iglesia es la novia y Él es el novio. ¿Y cómo nos trata Él? ¿Con ira y amargura? No. Cuando nos quedamos cortos, Él sigue amándonos, y cuando fallamos miserablemente, nos perdona. ¿Cómo modelamos ese mismo tipo de amor y perdón con nuestros cónyuges?

 

En el matrimonio, es fácil llevar un registro de los errores. Es fácil recordar quién hizo qué tarea por última vez. Es fácil encontrar razones para discutir. A través del ejemplo de Jesús de cómo nos trata, especialmente como cristianos, nuestros matrimonios deberían ser lugares de amor, respeto y perdón. 

 

¿Cuántas pequeñas cosas podemos dejar pasar? ¿Qué pasaría si no juzgáramos y fuéramos más misericordiosos? ¿Hacia dónde podrían dirigirse nuestros matrimonios si, en lugar de enfrentarnos a la ira con la ira, disipáramos las situaciones con amor?

 

Con nuestros cónyuges, pongámonos de acuerdo y esforcémonos por ser mejores. Recemos juntos por la mansedumbre y la paciencia. Pongamos en práctica nuestras oraciones y dejemos de lado las cosas pequeñas. Dejemos que nuestros matrimonios sean un ejemplo para nuestros hijos y nuestras familias de que Jesús es amor, y porque Él nos ama podemos amar a nuestros cónyuges, perdonar sus errores y estar llenos de gracia el uno para el otro.

 

Al finalizar su mensaje, Dave dijo, "Si me doy cuenta de que soy amado por Dios, entonces tengo amor para dar a otra persona. Si me doy cuenta de que soy perdonado por Dios, entonces soy capaz de ofrecer el perdón a otros".

 

Somos amados y perdonados por Dios. Incluso cuando no lo merecemos, Él nos ama y nos perdona. Respondamos a su llamada y amemos y perdonemos a nuestros cónyuges como Él lo hace.

 

Para ayudarte a conectar (o reconectar) en tu matrimonio, hemos reunido algunas herramientas y recursos que puedes consultar. Puedes encontrarlos haciendo clic aquí.