El verano pasado, sentí que Dios se preparaba para hacer algo enorme en mi vida. Anticipándome, terminé el contrato de arrendamiento de mi casa, guardé todas mis cosas en un almacén y esperé a que Dios me dijera: "Vete".
En Willow, parte de nuestro ADN es nuestra pasión por la compasión y la justicia. La mayoría de las personas se identifican con el concepto de compasión y no dudan en defender el trato compasivo hacia los demás.
En el devocional del lunes, hablamos de que seguir a Dios se trata menos de asegurarnos el cielo al morir y más de representar a Dios en la tierra ahora. Hoy retomamos esto...
Desde el principio, los humanos fueron creados para vivir y prosperar en la naturaleza. Adán y Eva nacieron en un jardín, encargados de su cuidado y atención, y a cambio recibieron seguridad y sustento.
Durante mucho tiempo, estuve convencido de que ser cristiano consistía en asegurarme de llegar al Cielo algún día. De vez en cuando, repetía la oración para asegurarme de que seguía "dentro".
Recuerdo cuando aprendí a "espiar la mano de Dios" en mi vida. Aprendí cuatro maneras de ser consciente de la presencia de Dios mientras enseñaba una serie de videos de la Escuela Dominical para adultos, que también vendí...