La adoración no es algo que se supone que hagamos solo una vez a la semana, los domingos. Dios creó la adoración para que impregnara cada área de nuestra vida, a cada hora del día.
En Jeremías 31, Dios presenta una imagen de restauración y sustento tras una época de decadencia, y parte de esa imagen es la restauración del canto en su pueblo. Esta serie explora el poder de la música al examinar seis salmos diferentes a lo largo de seis semanas, abarcando diversos temas.