Tamices
Podría decirse que tengo una fascinación malsana por los documentales sobre crímenes. Lo que me atrae es el proceso tortuoso, a veces largo y a menudo sorprendente, en el que los expertos encuentran y analizan pruebas y...
Categoría: Devocionales
¿Jura usted solemnemente…?
Nunca he participado en un juicio, pero estoy familiarizado con los juramentos judiciales. A diario, los alguaciles hacen a quienes testifican esta conmovedora pregunta: "¿Jura solemnemente decir la verdad,...?"
Un desastre
¿Alguna vez has sentido que vives en un caos total y que todo a tu alrededor te parece simplemente feo y malvado? A menos que esté contemplando una extraordinaria vista de montaña o disfrutando de nuestro almuerzo semanal en...
Libre de hipocresía
De niño, recuerdo claramente el dolor y la pena que sentían los cristianos al decir una cosa y actuar de otra. La hipocresía llega al corazón, y a mí me dolió profundamente, tanto que quería...
En el nombre de Jesús
En la Escritura de hoy, Pedro y Juan fueron llevados ante el concilio para dar explicaciones tras ser vistos sanando a un cojo. El concilio se presentó ante ellos y preguntó: "¿Con qué poder o por...?"
De estar deslumbrado a algo más profundo
El público puede ser voluble. Deslumbrado por momentos. Descorazonado al siguiente. Si alguna vez has asistido a un partido de los Cubs, conoces esa sensación. Aplausos y abucheos en cada entrada, en cada temporada. Desde...
¿Quién dices que soy?
En Mateo 16:15-16, Jesús preguntó: "¿Quién dicen que soy yo?". Esta pregunta es la más crucial que cualquiera puede responder. Me recuerda una cita de C. S. Lewis de su libro "Mero Cristianismo".
Para el bien
He sido uno de muchos cristianos que citan Romanos 8:28 como si fuera universal, centrándose exclusivamente en "todas las cosas". Permítanme llamar su atención sobre "para bien" y...
Disponible para todos
El Libro de los Hechos relata la emocionante y heroica historia real de la iglesia primitiva. Anteriormente, en el capítulo del que proviene la Escritura de hoy, se nos dice: «Había en Jerusalén unos hombres temerosos de Dios...»