Mi rey

Mary Olsen, escritora voluntaria, South Barrington | 16 de diciembre de 2024

Vi el cielo abierto y allí estaba un caballo blanco, cuyo jinete se llama Fiel y Verdadero. Con justicia juzga y hace la guerra. Sus ojos son como llama de fuego, y en su cabeza hay muchas coronas. Tiene un nombre escrito que nadie conoce excepto él mismo. Está vestido con una túnica teñida en sangre, y su nombre es la Palabra de Dios. Los ejércitos del cielo lo seguían, montados en caballos blancos y vestidos de lino fino, blanco y limpio. 15 De su boca sale una espada afilada para herir a las naciones. «Las regirá con cetro de hierro». Pisa el lagar del vino del furor de la ira de Dios Todopoderoso. En su túnica y en su muslo tiene escrito este nombre: Rey de reyes y Señor de señores .
Apocalipsis 19:11-16 NVI


Crecí en Chicago y asistí a una escuela católica durante 12 años. Las monjas nos enseñaron muchas lecciones valiosas que me formaron en la persona que soy hoy. Sin embargo, en las obras de arte que me rodeaban, solo veía una versión de Jesús. En las pinturas y esculturas, estaba flaco, débil y golpeado. Sin duda, lo representaban como el "cordero", el sacrificio por la humanidad. El Jesús que vi no solo era manso y apacible, sino que parecía casi débil.

De adulta, comencé a asistir a Willow Creek y de repente escuché descripciones de Jesús como un carpintero que probablemente cargaba piedras pesadas y tenía manos fuertes y callosas. Influenciados por el contexto cultural, los predicadores compartían anécdotas imaginativas que me brindaron una nueva perspectiva. Pienso en cómo Jesús bajó al muelle para rescatar a sus discípulos de entre los hombres curtidos que luchaban contra el viento y las olas. La historia de su vida en la tierra incluyó enfrentarse a la élite y a los poderosos. Jesús era carismático y atraía multitudes. Tenía una voz audaz que proclamaba verdades controvertidas y se acercaba a los marginados, sin importarle lo que pensaran las personas influyentes. Jesús habló en medio de la tormenta, y esta se detuvo al instante. Jesús podía ser duro y tenso. Jesús fue y sigue siendo un líder fuerte. Este Jesús es alguien que puede protegerme y luchar por mí. Este Jesús es alguien a quien alabar.

La Escritura de hoy nos presenta a un gobernante majestuoso y seguro de sí mismo. Este Rey eterno que dio su vida por ti y por mí. Su amor y misericordia son tan poderosos como su fuerza. Es importante que veamos a Jesús con precisión. Sí, es manso y apacible, pero no débil. Es fuerte y poderoso. Cuando comprendemos mejor quién es Dios realmente, podemos adorar y acercarnos a su trono con aún mayor confianza (Hebreos 4:6). 

Próximos pasos

¿Has escuchado alguna vez la canción "Ese es mi rey" (con Lloyd Nicks) | Bridge Worship ? Escúchala y deja que la letra te penetre. Si te sientes aventurero, considera bailar por la cocina cantando a todo pulmón. Él es nuestro Rey y es digno.