Anhelamos la belleza y nos cautivan las escenas serenas y los momentos de paz. Esos destellos del cielo nos muestran para qué fuimos creados, pero a veces, lo desconocido del cielo puede hacernos sentir inseguros sobre lo que está por venir. Analicemos Apocalipsis 21 y comprendamos que el cielo no solo es bueno, ¡sino algo que podemos esperar con ilusión!