Los sueños aparentemente imposibles, junto con quienes los desafían, pueden desviar a cualquiera de los propósitos que Dios tiene para él. Pero Nehemías nos muestra que cuando nuestra fe está puesta en Dios y nos aferramos firmemente a sus promesas, nada es imposible. Nuestros socios globales tienen grandes sueños, y cuando todos nos unimos, ¡podemos hacerlos realidad!