La palabra "fortalezas" parece grande, pero piensa en ella como cualquier cosa que te frene. Pueden ser patrones, adicciones o rasgos que te impiden ser quien Dios te creó para ser. ¿La buena noticia? La gracia está disponible, y estamos invitados a liberarnos de las cosas que nos alejan de Dios y de las buenas relaciones con los demás.