La historia de Jesús no terminó con su resurrección. En Hechos 2, vemos a sus seguidores reunidos para Pentecostés cuando, de repente, fueron llenos del Espíritu Santo. Este momento distribuyó el poder de Jesús en cada uno de sus seguidores, estableciendo la iglesia como una fuerza transformadora en el mundo. Experimentemos la verdad de su presencia en nuestras vidas y celebremos con quienes hacen pública su fe mediante el bautismo .