La llegada de Jesús llegó en el momento más inoportuno, o al menos eso pensó María. Justo antes de su nacimiento, María y José tuvieron que viajar de Nazaret a Belén, y para cuando llegaron, no tenían dónde quedarse. En cambio, un Dios perfecto se apareció en un entorno imperfecto. ¿Cómo gestionas los momentos imperfectos e inesperados de la vida? Esta Navidad, encuentra la manera de concentrarte en la bondad de Dios en medio de las distracciones y los desvíos.