El concepto de la oración puede resultar abrumador, aterrador o intimidante. Quizás nos preguntemos qué palabras decir, qué postura adoptar y nos sintamos cohibidos al orar delante de otros. Pero la invitación de Jesús en la oración es a ser auténticos, honestos y vulnerables. Al examinar más detenidamente el Padrenuestro, recordaremos que Dios es fiel y siempre nos encuentra cuando oramos.