El dolor y la tristeza pueden hacernos sentir solos o incomprendidos. En la historia de la muerte y resurrección de Lázaro en Juan 11, Jesús nos muestra que comprende nuestro dolor y que puede usarlo para un propósito mayor. En lugar de evitar el dolor y la tristeza, quizás puedan convertirse en un camino hacia una conexión más profunda con Dios y los demás.