Rooted es una experiencia de discipulado de 10 semanas en la que aprenderás creencias cristianas fundamentales, leerás historias de la iglesia global y practicarás ritmos espirituales para la vida diaria que se extenderán mucho más allá de la experiencia establecida.
Experimentarás la comunidad de Enraizados y aprenderás de las vidas e historias de otros miembros de tu grupo. Devocionales diarios, preguntas de reflexión y sugerencias de oración te capacitarán para pasar tiempo con Dios. Después, te reunirás semanalmente con tu grupo para compartir lo aprendido y crecer juntos. Solicitamos a los participantes que se comprometan a asistir al menos a 8 de las 10 reuniones para aprovechar al máximo y fomentar la mejor experiencia grupal posible.
Muchos de los ritmos que experimentarás en Rooted fueron demostrados e inspirados por la iglesia primitiva en Hechos 2. Al comprometerte a practicar estos ritmos en comunidad, comenzarás a ver el tipo de crecimiento y cambio de vida que va más allá del individuo para impactar a toda la iglesia.
La Escritura es la Palabra misma de Dios. A través de ella, Él nos proporciona todo lo que necesitamos para aprender de Él y vivir una vida que le agrade. Un ritmo diario de lectura, meditación y aplicación de la Palabra de Dios a nuestras vidas es clave.
Uno de los elementos más importantes en cualquier relación es la comunicación. La oración es precisamente eso: conversar con Dios, compartir nuestro corazón con Él y dedicar tiempo a escuchar su voz, tanto individualmente como en comunidad.
Entendemos que todos somos vulnerables a las fortalezas. La gracia está disponible para nosotros de una vez por todas, y estamos invitados a buscar la reconciliación de nuestras malas acciones. Con la ayuda del Espíritu, hacemos un balance de nuestras vidas, confesamos nuestro pecado con humildad y honestidad, y nos apartamos de él y nos entregamos a Dios. Mediante el perdón que Jesús nos ofrece, recibimos la verdadera libertad.
Dar demuestra nuestra dependencia de Dios. Reconocemos que todo lo que poseemos nos ha sido dado por Él. En su generosidad hacia nosotros, Dios desea que crezcamos en generosidad y que usemos nuestros recursos como una forma tangible de colaborar con Él en su obra en el mundo y en la vida de quienes nos rodean. Somos bendecidos para ser una bendición (Génesis 12:2).
El Espíritu Santo nos llama y nos capacita para compartir el amor de Dios participando en el ministerio de Jesús. Nos ha dado albedrío junto con Él para influir con valentía en nuestra sociedad y en el mundo. Cuando servimos en el mundo y en su Iglesia, impactamos a quienes nos rodean y revelamos la gloria de Dios.
El mejor regalo que podemos dar a alguien que aún no conoce a Jesús es presentarle a Él. Compartir nuestras historias de vida es la manera más poderosa de mostrar el poder transformador y la salvación que ofrece Jesucristo. Cuando contamos nuestras historias de transformación, contamos la historia de Dios. Usa el modelo BLESS para compartir tu vida y tu fe con los demás:
Como hijos de Dios, es importante dedicar tiempo constantemente a recordar lo que Dios ha hecho, agradecerle por ello y mostrarlo al darle gloria. En toda circunstancia, estamos llamados a practicar la adoración centrada en Dios.