Un arma poderosa

Anokina Shahbaz, escritora voluntaria, Huntley | 8 de octubre de 2024

Dedíquense a la oración, velando y dando gracias.
Colosenses 4:2

Estad siempre gozosos, orad sin cesar, dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús.
1 Tesalonicenses 5:16-18


En la película cristiana de 2015 War Room , aparece un personaje llamado Miss Clara, una mujer mayor y más sabia que presenta a uno de los protagonistas, quien lucha con su matrimonio, a lo que ella llama su "sala de guerra". Es una habitación en la que ora y eleva sus deseos a Dios. El lema de la película es "La oración es un arma poderosa". Miss Clara tiene una frase donde dice: "Necesitas luchar en oración".

La palabra "arma" probablemente no sea la que muchos asociamos con la oración. Y, sin embargo, la oración puede ser precisamente eso. Es una herramienta poderosa que Dios nos ha dado para luchar contra el enemigo y alinearnos con su voluntad. Y cuanto más oramos, mayor es el impacto.

La Biblia está llena de historias de batallas, de naciones que conquistan a otras. Incluso hoy, estamos rodeados de guerras y destrucción. Si nos enfrentamos a fuerzas tan poderosas, Dios supo equiparnos con armas igualmente poderosas. Mediante la oración, Dios nos arma para enfrentarlas. 

La oración nos permite permanecer vigilantes. Al mantener esa comunicación abierta con nuestro Dios todopoderoso, que todo lo ve, somos invitados a su plan y conscientes espiritualmente de lo que Él hace en el mundo, y también de lo que hace enemigo

Dedicarnos a la oración es una decisión que debemos tomar a diario, pues el enemigo intentará distraernos en cualquier oportunidad que tenga. Encontrar cosas por las que estar agradecido a lo largo del día es una excelente manera de reconectarnos con Dios y volver a centrarnos en Él. A menudo me asombra la cantidad de cosas por las que puedo contar en un solo momento por las que estoy agradecido.

El hermoso fruto de una vida de oración dedicada es que comenzamos a acercarnos a Dios no para recibir respuestas a nuestras oraciones, sino para recibirlo a Él , hasta el punto de rebosar de su presencia. Cambiamos nuestra perspectiva de lo que Él puede hacer por nosotros a cómo podemos servirle. «Orar es permanecer en silencio hasta que nos silencie, elegir la gratitud hasta que seamos agradecidos, alabar a Dios hasta que nosotros mismos seamos un acto constante de alabanza», Richard Rohr, sacerdote franciscano.

Próximos pasos

¿Sientes que tu vida de oración necesita un pequeño impulso? Prueba algunas de estas estrategias:

  • Crea una “sala de guerra” dedicada donde puedas orar a menudo.
  • Practica encontrar momentos de gratitud a lo largo del día para darle gracias a Dios.
  • Reflexionar sobre los versículos bíblicos sobre la oración, como 1 Juan 5:14-15, Marcos 11:24 y Santiago 5:16.