Poderoso y gentil
Verónica Burlock, Pastora de Adoración, Wheaton | 18 de diciembre de 2023

Tú que traes buenas nuevas a Sión, sube a un alto monte. Tú que traes buenas nuevas. A Jerusalén, alza tu voz con grito, alza tu voz, no temas; di a las ciudades de Judá: "¡Aquí está vuestro Dios!". Mira, el Señor Soberano viene con poder, y gobierna con brazo poderoso. Mira, su recompensa está con él, y su recompensa lo acompaña. Él cuida de su rebaño como un pastor: recoge a los corderos en sus brazos y los lleva cerca de su corazón; guía con ternura a las crías.
Isaías 40:9-11
Isaías les recordaba al pueblo de Judá que confiaran en las promesas de Dios incluso en los momentos más difíciles. Los animaba a recordar que Dios es soberano. Incluso en la disciplina divina, él extiende gracia y amor.
Una mañana, después de pasar un tiempo con Dios, me senté en silencio y me di cuenta de que me resulta fácil creer que Dios es poderoso y me cuesta más creer que también es un pastor manso. A veces pienso que Dios es demasiado grande y poderoso como para preocuparse por mis necesidades; casi como si no tuviera tiempo para ser un pastor manso.
Como no espero que Él sea manso, no busco sus maneras de ser. Pero lo es. Isaías dice que Él recoge a los corderos en sus brazos y los lleva cerca de su corazón. Dios no está sujeto al tiempo, y ciertamente no se preocupa por nada. Él es Jehová Shalom, el Señor nuestra paz, y también Jehová Tsaba, el Señor nuestro guerrero. Escucha al Señor que te dice: «Porque yo soy el Señor tu Dios, quien sostiene tu mano derecha, quien te dice: No temas, yo te ayudaré» (Isaías 41:13). Dios es «ambos/y», es poderoso y manso. Es fuerte y misericordioso.
Así que les pregunto: ¿de qué manera les resulta más difícil ver a Dios? ¿Con su poder o como un pastor manso? En esta época, pídanle a Dios que les conceda el don de la atención. Pídanle que les ayude a verlo como poderoso y manso. En esta época, tómense un tiempo para detenerse y observar todas las maneras en que Dios les muestra su poder y su mansedumbre.
Próximos pasos
A principios de mes, te sugerimos que dedicaras de 30 minutos a una hora a recordar todos los hitos importantes y las maneras en que Jesús te ha sido fiel. Si pudiste hacerlo, dedica un tiempo a reflexionar sobre ellos. Si no, intenta dedicar tiempo esta semana, considerando a Dios como tu Buen Pastor.