Gustad y ved qué bueno es el Señor; bienaventurado el que en él se refugia.
Salmo 34:8

Eres bueno, y lo que haces es bueno; enséñame tus decretos.
Salmo 119:68

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El aroma a tocino de pavo crujiente flota en el aire. Huevos revueltos, esponjosos y amarillos, brillan al sol. Las papas en rodajas se doraron en la sartén de hierro. Fresas rojas adornan un panqueque integral. La lucioperca a la parrilla, humeante, suave y hojaldrada, despierta tus sentidos. Tus ojos vislumbran las mazorcas de maíz dulce. Saladas y con mantequilla, te incitan a tomar una. Te espera un refresco de crema con gas. El sabor que se espera es pura alegría, sin duda. Solo pruébalo, "saborea" como sugiere el salmista, y "verás" los resultados. 

Asistí a la Feria Mundial de Alimentos de Willow Creek a principios de septiembre. Como soy quisquillosa con la comida, suelo evitar las ferias de comida. Esta vez, mi misión era reunirme con gente para contarles sobre mi nuevo grupo pequeño (un grupo pequeño para creativos). Estaba segura de que el Señor me pedía estar en un lugar donde prefería no estar. Comí lo que no me gustaba mientras observaba a la gente. "Qué bonito logo en tu sudadera", dije. "¿Qué significa para ti?". Esa conversación me llevó a nuestro primer miembro del grupo pequeño. Aprendí que el sabor de la comida no importaba. Era el "probar y ver" de salir a conocer a alguien y hacerle una invitación. Y hacer eso tuvo hermosos resultados: una cita divina.

Muchas veces, cuando buscamos la consciencia y la seguridad de la presencia de Dios, necesitamos dar el siguiente paso (una probada) para darnos cuenta de que Él está con nosotros (para ver). «Gusten y vean» los resultados de estar con Dios, de confiar en Él lo suficiente como para rendirnos a su voluntad. «El Señor es bueno», no dañino, promete el salmo.

 Entrégate a Dios y observa cómo su bondad fluye de ti hacia los demás. Estos momentos de bondad, de saborear y ver, son fruto del Espíritu Santo.

Próximos pasos   

Disfruta de la guía del Espíritu Santo memorizando versículos de las Escrituras. Encontrarás afirmaciones útiles, y otras pueden despertar tu esperanza en momentos difíciles. Sé consciente del fruto de la bondad de Dios que fluye a través de ti mientras tu vida se transforma a la imagen de Cristo.