Pero no ignoréis, amados, esto: que para el Señor un día es como
mil años, y mil años como un día.
2 Pedro 3:8

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Tómate un segundo para leer el versículo anterior una segunda vez, y quizás una tercera, y analicémoslo juntos. Noté que Pedro nos advierte porque sabe lo fácil que es pasar por alto este concepto tan importante.

Fíjate en la palabra "hecho", que significa verdad o realidad, no una opinión. Luego, la palabra "amado", como si intentara suavizar la noticia porque sabe que lo que viene después es difícil de comprender. "Eso con el Señor", porque Dios reside fuera del tiempo. Él no está atado al tiempo; él creó el tiempo. "Un día es como mil años y mil años como un día".

¿Alguien siente que ha estado esperando mil años por algunas cosas? Esperar es un concepto tan fácil de entender, pero tan difícil de vivir. Tuve una gran conversación con una mujer profunda hace un par de meses y me preguntó esto: "¿Alguna vez has conocido a alguien que espera en Dios con facilidad y te preguntas cómo lo hace?". Terminé esa conversación reflexionando sobre nuestra conversación, lo que me llevó a luchar con mis pensamientos... a luchar con Dios. Esto es lo que llegué a ver: sé que puedo confiar en las promesas de Dios. Él dijo que nunca me dejaría ni me abandonaría (Deuteronomio 31:8).

El Salmo 34:17 dice que los justos claman, el Señor escucha y los libra de todas sus angustias. Esperar en Dios se siente como ser ignorado por Dios o incluso olvidado, pero esa es la mentira del enemigo. Dios está cerca. Ahora mismo. Contigo. Dios nos hace esperar para desarrollarnos, hacer crecer nuestra fe y hacer crecer nuestra relación con Él. No para ser cruel. Es en la bondad de Dios que nos da su tiempo perfecto. Él puede ver el panorama completo, el principio, el final y todo lo demás. Confía en Él en la espera y regocíjate de que él es soberano. La autora Barbra Roose dice: "Sabes cuándo te estás adelantando a Dios cuando comienzas a estresarte por los pequeños detalles. ¿Qué tan cierto es eso? ¿Estás estresado por algo actualmente? Romanos 12:12 dice: "Sean gozosos en la esperanza, sean pacientes en la tribulación, sean constantes en la oración" debido a quién es Dios. Él está en control y sabe lo que está haciendo para que podamos descansar en la espera.

Próximos pasos 

¿Estás esperando algo de Dios? ¿Tu corazón anhela confiar en que Él tiene algo bueno para ti, pero te cuesta hacerlo? Si es así, intenta decirle en voz alta: «Confío en Ti, Dios», cada vez que te sientas inseguro. La fe viene por el oír; así que deja que tus oídos y tu Padre escuchen tu corazón.