Trayendo esperanza en los tiempos más difíciles.
Willow Creek | 4 de mayo de 2022
Después de cientos de reuniones por Zoom, Facebook Live y teléfono durante la pandemia, finalmente me reuní en persona con los pastores de las iglesias a las que sirven Willow Creek y Enlace el pasado diciembre. Un pastor tras otro, algunos con lágrimas en los ojos, compartieron historias de sufrimiento, muerte, pérdida y dolor. Pero sus historias también eran de esperanza, amor y nuevas oportunidades para el avance del reino de Dios.
Su resiliencia me recordó las palabras del apóstol Pablo: “Estamos atribulados en todo, pero no angustiados; en apuros, pero no desesperados; perseguidos, pero no abandonados; derribados, pero no destruidos; llevando siempre en el cuerpo la muerte de Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestros cuerpos” (2 Co 4:8-10).
Desde Guatemala y El Salvador, estas historias se destacaron como particularmente aplicables a nuestras vidas y nuestras iglesias.
Nancy es madre soltera de tres hijos. Antes de la pandemia, vendía plátanos fritos y yuca frita en la calle y tenía dificultades para pagar su hipoteca. Cuando los confinamientos cerraron su negocio, perdió su hogar y la posibilidad de alimentar a sus hijos.
El pastor Byron y un grupo de líderes comunitarios escucharon la historia de Nancy. Le llevaron una canasta de alimentos con provisiones para tres meses. La conectaron con un vecino que le prestó un carrito de comida. También recaudaron fondos para ayudar a Nancy a iniciar un nuevo negocio de comida; sin embargo, aún se sentía ansiosa y sola. Un par de mujeres de la iglesia comenzaron a llamar a Nancy cada semana y a visitarla al menos una vez al mes. Ella empezó a hablar abiertamente sobre su ansiedad, depresión y miedo. Finalmente, Nancy pidió unirse a la iglesia y aceptó al Señor. Ella y sus hijos llevan más de un año asistiendo a la iglesia del pastor Byron.
El pastor Marvin y las granjas de pollos en El Salvador
El pastor Marvin y su congregación han servido a su comunidad durante muchos años. Sin embargo, cuando los confinamientos obligaron a cerrar su iglesia y a prohibir las reuniones multitudinarias, se sintieron incapaces de servir a la comunidad como siempre lo habían hecho.
A medida que la gente empezó a perder sus empleos, el pastor Marvin y los líderes de la iglesia preguntaron a los líderes comunitarios cómo podía ayudar la iglesia. Los líderes de la iglesia y la comunidad sugirieron iniciar granjas avícolas familiares como fuente de ingresos. Enlace ofreció capacitación y capital inicial para los primeros 20 negocios.
El mes pasado, los avicultores se reunieron para celebrar su primer ciclo de producción y ventas. Cuatro de ellos ya habían crecido lo suficiente como para contratar más personal. Otros planeaban comprar más pollos y aumentar el tamaño de sus gallineros. Tanto los avicultores como los líderes de la iglesia rebosaban de esperanza y entusiasmo. En una comunidad, un líder local, antes obstinado con el trabajo en la iglesia, le preguntó al pastor Marvin si le interesaría iniciar un estudio bíblico en su casa. Hasta la fecha, ese estudio bíblico ha crecido hasta incluir a 70 familias.
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