El trabajo de nuestras manos

Katie Franzen | 11 de mayo de 2022


Porque vosotros mismos sabéis cómo debéis seguir nuestro ejemplo. No estábamos ociosos cuando estábamos con vosotros, ni comíamos la comida de nadie sin pagarla. Al contrario, trabajábamos día y noche, esforzándonos y trabajando para no ser una carga para ninguno de vosotros. Lo hicimos, no porque no tengamos derecho a esa ayuda, sino para ofrecernos como modelo a imitar por vosotros. 

2 Tesalonicenses 3:7-9

(La reflexión de hoy utiliza la idea de "la obra de nuestras manos" como metáfora -una técnica que se encuentra a menudo en las Escrituras- para cualquier cosa que realicemos. Reconocemos que el pueblo de Dios encarna muchas habilidades y realiza el trabajo de manera única).

La lectura de los versículos de hoy me hace preguntarme: ¿Qué hacían Pablo y sus compañeros con sus manos? ¿En qué tipo de trabajo y esfuerzo participaban?

Este pasaje nos ofrece un ejemplo a seguir. ¿Cuál crees que es? 

Siento que es una invitación a involucrar mis manos en una actividad significativa. La gente de todo el mundo realiza cosas increíbles cada día, desde que se levanta por la mañana hasta que se acuesta por la noche. Tómate un momento para pensar en algunas de las formas en las que utilizas tus manos cada día: preparando la comida, dando de comer a la gente, bañándote, vistiéndote, realizando tareas en casa, cumpliendo con tus responsabilidades laborales, cuidando de tus familiares o amigos, participando en actividades divertidas o ayudando en la iglesia. Me parece que las manos -ya sean físicas o metafóricas- son esenciales para casi todo lo que hacemos en la vida. En este pasaje, Pablo y sus compañeros fueron capaces de mantenerse con el trabajo de sus manos.

Vuelve a leer el pasaje e imagina que estás allí. ¿Qué está ocurriendo? ¿Cómo podrías participar, uniéndote al trabajo de sus manos? ¿Qué tipo de trabajo o tarea elegirías para ayudar a mantenerte a ti y a los demás en tu grupo?  

Ahora, echa un vistazo a tus manos. ¿Cómo podrían tus manos marcar la diferencia en la vida de otra persona?

Próximos pasos

  • Dedica un tiempo a pensar en cómo utilizas tus manos cada día. ¿Hay algo que te gustaría hacer de forma diferente?
  • Elige participar en una actividad que marque la diferencia en la vida de otra persona. Considera servir en un ministerio de la iglesia, ser voluntario en una organización de tu comunidad que sirva a personas necesitadas, o ayudar a un familiar, amigo o vecino que lo necesite.
  • Tal vez necesites pedir las manos de otra persona para que te ayude. Considera la posibilidad de acudir a un amigo de confianza, una iglesia o una organización comunitaria.